La violencia en las zonas de habla inglesa de Camerún en el último año está teniendo un efecto dominó en la vecina Nigeria, donde miles de refugiados buscan refugio.
Algunos están huyendo de los disturbios, mientras que otros son sospechosos de ser secesionistas a favor de la lucha armada, que podría aprovechar la frontera nigeriana para usar parte de ella como base.
John Inaku, jefe de la agencia de manejo de emergencias del estado de Cross River, dijo que más de 28.000 personas han llegado desde el oeste de Camerún desde octubre. La mayoría ha huido a pie a través de la selva desde el comienzo de una mayor represión por parte de las autoridades de Yaundé.
¿Guerra de guerrillas?
Camerún se dividió entre los gobernantes coloniales franceses y británicos antes de su independencia en 1960 y los angloparlantes representan alrededor del 20 por ciento de la población total de 23 millones. Los ciudadanos angloparlantes han protestado durante mucho tiempo contra lo que perciben como un prejuicio por parte de sus compatriotas de habla francesa. En las últimas semanas, cada vez más personas se han unido a las filas de los secesionistas, algunos de los cuales defienden abiertamente la lucha armada por un estado independiente.
La situación de seguridad ha empeorado significativamente desde que las autoridades tomaron medidas enérgicas contra las manifestaciones a favor de la independencia. Diez soldados y policías, así como varios civiles, han sido asesinados desde el 1 de octubre, cuando los separatistas declararon simbólicamente el estado independiente de «Ambazonia».
La reciente violencia atribuida a grupos pequeños y bien organizados se ha concentrado en áreas fronterizas boscosas y montañosas. Solo dos caminos unen Camerún y Nigeria.
El gobierno de Camerún ahora sospecha que algunos separatistas usan Nigeria como base de apoyo y para obtener armas, dada la dificultad de vigilar la frontera porosa. «Una cosa es segura, los elementos más radicales están en el proceso de reclutamiento con el objetivo de comenzar la guerra de guerrillas», dijo el portavoz del ejército de Camerún, coronel Didier Badjeck.
Once personas sospechosas de planear ir a Nigeria a entrenar fueron arrestadas la semana pasada en el área de Mamfe en Camerún, donde cuatro soldados murieron en un puesto de control.
Contacto cercano
Nna-Emeka Okereke, un analista político en Abuja, advirtió que las autoridades de Nigeria tenían que ser «muy cuidadosas» con respecto a la violencia al otro lado de la frontera. Okereke dijo que existe el riesgo de que los separatistas en Camerún busquen «crear sinergias» con grupos nigerianos, incluso si todavía no hay evidencia concreta de vínculos.
Cross River no está lejos de las tierras baldías del delta del Níger, donde los rebeldes armados han atacado repetidamente la infraestructura de petróleo y gas para asegurar más ingresos del lucrativo sector.
El sureste de Nigeria es también el corazón de los separatistas proBiafra. Hace cincuenta años, su declaración de independencia unilateral desató una sangrienta guerra civil.
Okereke dijo que grupos como el Pueblo Indígena de Biafra (IPOB), que el gobierno de Abuja considera una organización terrorista, comparten «la misma ideología». También tienen la misma sensación de «exclusión» del centro que las minorías anglófonas en Camerún, agregó. Pero un alto funcionario de Camerún dijo que «los presidentes (Muhammadu) Buhari y (Paul) Biya han abordado el tema y los teléfonos funcionan muy bien entre Yaundé y Abuja». Nigeria y Camerún han tenido tensas relaciones en el pasado, en gran parte debido a sus reclamos rivales en la península de Bakassi, rica en petróleo en el sudeste. Un acuerdo auspiciado por las Naciones Unidas firmado en 2008 entregó el territorio a Yaundé y condujo a la mejora de los vínculos. En los últimos dos años, los ejércitos de los dos países también han trabajado juntos en la lucha contra los jihadistas de Boko Haram en la región del Lago Chad.
‘Operaciones masivas’
Por ahora, muchos temen que el aumento de las tensiones en el Camerún anglófono podría desatar una nueva ola de migración hacia Nigeria.
El presidente de Camerún, Paul Biya, normalmente reservado, se reunió el fin de semana pasado con sus altos comandantes militares para discutir la situación, después de condenar los «repetidos ataques de una banda de terroristas».
Una fuente de seguridad confirmó a AFP que «se estaban preparando operaciones masivas del ejército» en la región de habla inglesa. El coronel Badjeck negó las afirmaciones de que se habían enviado refuerzos militares.
Fuente: Channels
[Traducción, Muriel Balda Aspiazu]
[Fundación Sur]
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