La cooperación internacional agrícola en África : Oportunidades y desafíos del crecimiento inclusivo y el desarrollo sostenible

16/01/2015 | Blog Académico

El 13 y 14 de octubre de 2014, se celebró en la Universidad de Peking una conferencia internacional sobre «Cooperación agrícola internacional en África: oportunidades y desafíos para el crecimiento inclusivo y el desarrollo sostenible», organizada por el Centro de Estudios Africanos de esta universidad (PKUCAS) y apoyada por Oxford Hong Kong. Entre los asistentes a la conferencia se encontraban funcionarios del ministerio de Comercio chino, del ministerio de Asuntos Exteriores, del ministerio de Agricultura, del ministerio de Protección del Medio Ambiente, del Banco de Desarrollo de China y del Fondo de desarrollo China-África, así como expertos y académicos de otras instituciones chinas de educación superior y de think tanks, representantes de compañías multinacionales chinas, ONGs y organizaciones internacionales. También asistieron a la conferencia varios expertos y académicos de Zambia, Zimbabue, Kenia, India, Sudáfrica, Brasil y la ONU. El Profesor Li Anshan, el director del PKUCAS, Steve Price-Thomas, director adjunto de abogacía y campañas de Oxfam International, y Said Adejumobi, director de la Oficina subregional para África meridional de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para África, por ese orden, realizaron discursos fundamentales en la conferencia.

Los seis temas en los que se centró la conferencia eran los siguientes:

– «El ascenso de África y el desarrollo agrícola»

– «El desarrollo agrícola en África y la cooperación internacional»

– «El desarrollo agrícola endógeno de África»

– «La apropiación de tierras y la inversión extranjera directa en agricultura de diferentes países»

– «Las oportunidades y desafíos de los intereses internacionales»

– « ¿Cómo medir los impactos? Perspectivas del crecimiento inclusivo y el desarrollo sostenible».

EL ASCENSO DE ÁFRICA Y EL DESARROLLO AGRÍCOLA

Desde que los países africanos han alcanzado altas tasas de crecimiento en los últimos 20 años, especialmente debido a que más de la mitad de las 10 principales economías en crecimiento se encuentran en África, el ascenso de África ha hecho que todo el mundo adopte una nueva perspectiva sobre África. Incluso The Economist Weekly, conocido por su punto de vista pesimista sobre el desarrollo africano, publicó sorprendentemente una portada en diciembre de 2011 titulada «El ascenso de África». Pero, ¿cómo entendemos el ascenso africano? ¿Qué papel desempeña el desarrollo agrícola en él? Estas son dos preguntas fundamentales que formularon varios conferenciantes durante sus intervenciones.

El embajador Liu Guijin sostuvo que el término «ascenso» es idóneo para el momento de África, apoyando su afirmación al citar el discurso del Primer Ministro chino, Li Keqiang, en la sede de la Comisión de la Unión Africana en Addis Abeba el 5 de mayo de 2014, en el que dijo que «el continente africano se ha convertido en un punto de referencia de la política global, del crecimiento económico global y de la civilización humana.»

El Sr. Said Adejumobi sostuvo que el ascenso de África es el resultado de las altas tasas de crecimiento africano en los últimos años, lo que no sólo redefine el estatus de África en el escenario mundial sino que también indica el futuro brillante de los países africanos.

El Profesor Li Xiaoyun, director de la Facultad de Humanidades y Estudios de Desarrollo de la Universidad Agrícola de China, cuyos principales intereses son el desarrollo rural, la reducción de la pobreza y la ayuda internacional al desarrollo, argumentó que debido al ascenso de África, la gente de todo el mundo aprecia la alta tasa de crecimiento africana y adoptan un punto de vista optimista sobre el futuro del desarrollo económico en este continente. Sin embargo, Li Xiaoyun señaló que el ascenso que se centra demasiado en el crecimiento económico podría ensombrecer otros temas críticos sin resolver, como la necesidad de la reducción de la pobreza y una estructura irracional del crecimiento económico. Esta es la razón por la que al ascenso de África se la ha calificado algunas veces como «crecimiento económico sin desarrollo económico.»

Todos los conferenciantes estuvieron de acuerdo en que el papel que desempeña el desarrollo agrícola en el ascenso de África es muy importante. El embajador Liu Guijin sostuvo que la agricultura es fundamental en el crecimiento de los países africanos, ya que no sólo está relacionada con la reducción de la pobreza financiera e industrial y los sectores de protección medioambiental, sino que también constituye una base fundamental para satisfacer las necesidades básicas de la población y conseguir la paz y la seguridad en el continente africano.

Said Adejumobi también afirmó que la agricultura tiene un papel estratégico en las economías africanas. Según sus palabras, puesto que la agricultura es el principal medio de vida en África–por ejemplo casi el 65 % de los africanos dependen de la agricultura, que representa el 32 % del PIB africano; el desarrollo de África depende principalmente del desarrollo agrícola.

Los conferenciantes continuaron reflexionando sobre el desarrollo agrícola en África, que, según ellos, se puede clasificar en dos modelos diferentes: el «Modelo Obama», que se centra en la agricultura industrial a gran escala controlada por grandes empresas de la industria agroalimentaria, y el «Modelo Annan» que es más respetuoso con los pequeños agricultores. Destacaron las ventajas y desventajas de cada uno de estos modelos, y señalaron que los dos modelos pueden coexistir y complementarse el uno al otro. De hecho, Nellie Nyang’wa de Oxfam sostuvo que la industria agroalimentaria puede aumentar la inversión en agricultura, promover la transferencia tecnológica y mejorar la infraestructura agraria, mientras que la Profesora Jeanette Manjenwa, del Instituto de Estudios Medioambientales de la Universidad de Zimbabue y uno de los autores de Zimbabwe Takes Back It’s Land, dijo que los agricultores de pequeña escala pueden ser más productivos y crear más trabajo. Sin embargo, se llegó a una conclusión sobre que lo más importante para los países africanos no es adoptar el «Modelo Obama» o el «Modelo Annan» sino encontrar su propio modelo que se ajuste a las condiciones nacionales propias.

EL DESARROLLO AGRÍCOLAEN ÁFRICA Y LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL

Por un lado, el gran potencial de desarrollo agrícola africano y, por el otro, su falta de liquidez, tecnología e infraestructura requieren la cooperación internacional en agricultura entre África y las sociedades internacionales (inversores extranjeros) para fines comunes.

No obstante, la pregunta que surge es: ¿cuál es la mejor manera de llevar a cabo esta cooperación? Los conferenciantes reconocieron que se puede responder a esta pregunta en términos de producción alimentaria y de cooperación en infraestructuras de la comunicación. Además, también presentaron propuestas adecuadas sobre cómo podría realizarse la cooperación agrícola entre China y África.

La Profesora Carol Thompson es una economista política de la Universidad Norte de Arizona, que está especializada en política medioambiental internacional y a la vez que estudia a los pequeños agricultores dado que trabaja regularmente con una organización de agricultores en África meridional. Ella argumentó que la producción alimentaria que realiza la sociedad internacional puede hacer que África se enfrente al riesgo de la falta de diversidad alimentaria y que sea dominada por los consorcios agrícolas mundiales a largo plazo. Para Thompson, la mejor solución para la seguridad alimentaria africana es la agroecología y la biodiversidad, y el mejor ejemplo de esto es la producción de semillas en Sudáfrica que realizan las comunidades indígenas. Para proporcionar más diversidad en la alimentación, reclamó que la sociedad internacional se centrase en los cuatro siguientes puntos: en primer lugar, hacer que los pequeños agricultores que tienen 1-10 hectáreas sean el principal organismo de desarrollo agroecológico; en segundo lugar, desarrollar la producción de semillas en las comunidades y poner énfasis en la biodiversidad, el conocimiento indígena y sus semillas, así como los derechos de los agricultores; en tercer lugar, cambiar las medidas tradicionales, es decir, usar la densidad nutricional por hectárea en vez del el rendimiento medio por hectárea y remplazar el capital financiero con inversión en capital natural, social, humano e intelectual; por último, usar los tratados internacionales, como el Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura, para ayudar a los pequeños agricultores. La mayoría de los conferenciantes africanos recibieron con agrado sus argumentos de tal manera que algunos académicos africanos se comprometieron a contener el dominio agrícola de los consorcios mediante tratados internacionales y la adopción de medidas más estrictas.

Jamie Monson, una académica americana de Macalester College, conocida por sus estudios sobre el ferrocarril Tanzania Zambia (TAZARA, por sus siglas en inglés), recalcó la importancia de la cooperación en infraestructuras de la comunicación en el proceso del desarrollo agrícola, poniendo como ejemplo su análisis de la relación entre este ferrocarril y el desarrollo agrícola como un caso de estudio. Sostuvo que TAZARA ha tenido un impacto muy positivo en el cultivo y el rendimiento, en los mercados agrícolas y en el desarrollo agrícola sostenible en las áreas colindantes al trayecto. Sin embargo, en los últimos años, TAZARA no ha conseguido promover el desarrollo agrícola como antes, debido a largos retrasos, a la falta de motores del ferrocarril, a temas laborales y otros problemas. De hecho, esto refleja la situación de la falta de infraestructura en la mayoría de los países africanos y que, debido a la falta de liquidez, tecnología y experiencia, África no puede resolver esto por sí misma a corto plazo, lo que quiere decir que la inversión de la sociedad internacional en infraestructura es muy importante.

Los conferenciantes presentaron propuestas sobre este asunto en el desarrollo de la cooperación agrícola entre China y África.

El Profesor Li Xiaoyun sostuvo que hay grandes diferencias en el pensamiento, las perspectivas y los mecanismos entre China y África; por tanto, China debe saber qué mecanismos y necesidades se encuentran exactamente en el proceso de implementación de la cooperación agrícola. En su análisis del Proyecto Peapea del Centro de Aprendizaje sobre la Reducción de la Pobreza en Tanzania, el Profesor Zhou Shengkun de la Universidad Agrícola de China realizó dos propuestas: en primer lugar, la experiencia china en desarrollar la agricultura a pequeña escala para la reducción de la pobreza debería ser fundamental en Tanzania, pero mejorándolo con más observaciones y estudios; en segundo lugar, la dirección de la agricultura de manera intensiva puede ahorrar dinero y tierra, es un modelo de agricultura sostenible y puede promoverse en los países africanos. Sobre cómo determinar el éxito de la cooperación agrícola entre China y África, Xu Weizhong, director del Centro de Estudios Africanos del Instituto de Relaciones Internacionales Contemporáneas chino, ofreció tres criterios: debería servir de ayuda para la construcción de las capacidades africanas; China no puede conformarse con la ayuda agrícola a África, sino que también debería aportar el emprendimiento a la cooperación; por último, China debería prestar atención a los mercados indígenas africanos y también a los mercados internacionales, que ofrezcan incentivos a los agricultores africanos.

EL DESARROLLO AGRÍCOLA ENDÓGENO EN ÁFRICA

Xu Weizhong basó su análisis de la cooperación agrícola entre China y África en dos argumentos interrelacionados. El primero establecía que «África no está preparada para la cooperación internacional y la inversión extranjera» y el segundo decía que «África debería tener su responsabilidad en el proceso de cooperación agrícola.» Aunque los representantes africanos no estaban de acuerdo con el primer punto, sí lo estaban con el segundo, ya que se corresponde con el debate sobre el desarrollo agrícola endógeno en África. De este modo, se formularon dos preguntas: ¿Qué responsabilidad debería tener África? ¿Cómo puede el desarrollo agrícola endógeno alcanzarse en África? El punto de vista común de los participantes en estas dos preguntas se centró en las políticas gubernamentales, el comercio de la producción agrícola, el desarrollo rural y la agricultura urbana. Se llegó a la conclusión según la cual las políticas agrícolas positivas pueden ser decisivas en el desarrollo agrícola y la inversión extranjera.

Por esta razón, según su investigación en el desarrollo agrícola y el plan de inversión en Uganda, el Profesor Zhang Haisen del Centro de Desarrollo y Cooperación Agrícola Internacional de la Universidad de Negocios Internacionales y Economía, según su estudio de campo en Uganda, señaló que el gobierno ugandés ha llevado a cabo algunas políticas para aumentar la inversión en agricultura, como la búsqueda de una estrategia dirigida por el sector privado que aborde las limitaciones fundamentales que reduzcan la inversión en agricultura, la búsqueda y apoyo de alianzas público-privadas, que proporcionen servicios a todo tipo de agricultores, y el aumento de la inversión pública en agricultura. Dijo a la audiencia que estas políticas han promovido la apertura del sector agrícola ugandés a inversores de todo el mundo.

Debido a que algunos países africanos no han prestado hasta ahora suficiente atención a la agricultura, algunos representantes destacaron la necesidad de hacerlo inmediatamente. Por ejemplo, Fundile Mafongosi del Masifunde Education and Development Project Trust en Sudáfrica sostuvo que el estado debe proporcionar el apoyo financiero y las infraestructuras a pequeños agricultores, debe facilitar la construcción de la industria rural y promover el intercambio de bienes y servicios entre las comunidades rurales y urbanas. Asimismo, la responsabilidad del estado no reside sólo en crear políticas sino también en implementarlas. Según descubrió en el caso de Tanzania Guan Shanyuan de China-Africa Agriculture Investment Co., Ltd., aunque el gobierno tanzano adoptara políticas que daban prioridad a la agricultura, éstas tenían una muy difícil implementación.

Dado que el comercio agrícola tiene un papel muy importante en el desarrollo sostenible de la agricultura y la reducción de la pobreza, el Sr. Simon Ng’ona, coordinador de CUTS International Lusaka, analizó esto desde la perspectiva del comercio agrícola entre los países africanos. Tras haber investigado el estado del comercio agrícola en Tanzania, Uganda y Kenia, encontró que, debido a las limitaciones de políticas restrictivas, como los aranceles de importación y las cuotas, y factores políticos, como la corrupción, el 80 % del comercio agrícola regional en el este de África se esconde bajo la economía sumergida. Sin embargo, a pesar de que el comercio informal puede aumentar las actividades económicas y aumentar los ingresos y el empleo de los hogares pobres en las regiones fronterizas, tiene efectos negativos en la economía oficial, en la seguridad alimenticia y en la protección medioambiental, según Ng’ona. Por tanto, Ng’ona llegó a la conclusión de que los países africanos deberían mejorar el comercio agrícola oficial a nivel regional. Presentó varias propuestas concretas sobre cómo mejorar el comercio agrícola oficial, como reducir los aranceles y los obstáculos no arancelarios; frenar la corrupción; concertar los estándares de seguridad alimenticia a nivel regional; diseminar la información y el conocimiento del mercado regional; y fortalecer la cooperación entre agricultores regionales y organizaciones comerciales.

Sobre el tema del desarrollo rural africano, el Profesor Zhen Feng, del Centro de Estudios Africanos de la Universidad de Nanjing, señaló que el desarrollo rural africano tiene cinco características principales en este momento: el desarrollo de las áreas rurales depende en gran medida en la economía agrícola y no tiene casi potencial de desarrollo; los ingresos de sectores no agrícolas son mucho más altos que aquellos del sector agrícola, que tienen muy poco impacto en la reducción de la pobreza; el nivel de informatización es muy bajo; la calidad de las infraestructuras de comunicación rurales es muy mala y su coste es muy alto; la eficiencia del uso energético en áreas rurales es muy bajo. El Profesor Zhen Feng también propuso algunas medidas para conseguir el desarrollo de las áreas rurales africanas. En el ámbito de la modernización agrícola, propuso mejorar la tecnología agrícola y perfeccionar las políticas y reglamentos agrícolas y fortalecer el riego. En el ámbito de la industrialización agrícola, presentó la posibilidad de dirigir la construcción de una zona de desarrollo e industrialización agrícola y crear una red entre la producción, el procesamiento y la venta. En cuanto a la infraestructura rural, propuso prestar una mayor atención a las infraestructuras de la comunicación y de la energía. En el ámbito de la informatización, propuso crear una infraestructura de red y realizar cursos online de tecnología de la información. También presentó la posibilidad de crear centros urbanos en áreas rurales para atraer a la población rural y conseguir una urbanización local.

La Profesora Diana Lee-Smith, del Instituto Mazingira de Kenia, debatió sobre el tema del desarrollo agrícola africano desde la perspectiva de la agricultura urbana. Según su investigación sobre agricultura urbana en Nairobi, Dar es Salaam y Ciudad del Cabo, Diana Lee-Smith sostuvo que la agricultura urbana puede proporcionar más comida a los niños, reciclar los deshechos en fertilizantes, producir más comida y generar mayores ingresos para los hogares urbanos, especialmente la leche y las verduras; por ejemplo, la agricultura urbana significa el 90 % de las verduras de hoja verde de Dar es Salaam y el 60 % de la leche que se consume, y en Nairobi, ésta supone el 70 % de su consumo de leche. No obstante, al mismo tiempo, también señaló que todas las iniciativas en agricultura urbana han ido creciendo desde abajo y los gobiernos africanos y las sociedades internacionales no las han tomado muy en serio, algunos ayuntamientos africanos incluso prohibieron la agricultura urbana por razones sanitarias. Destacó la necesidad de que los países africanos cambien sus políticas y que la sociedad internacional aumentase su apoyo, porque si lo hiciesen, la agricultura urbana se convertiría en agricultura moderna.

El Profesor Sun Hongqi, de Jiangsu Normal University, reflexionó sobre el desarrollo inclusivo y sostenible de la agricultura africana desde la perspectiva de la tierra y su uso. Indicó que Sudáfrica tiene muchas áreas de tierra y un gran potencial de tierra cultivable, pero los recursos son desiguales entre los países y debido a razones históricas, la distribución de la tierra también es desigual, lo que impide en gran medida el desarrollo sostenible e inclusivo de la agricultura africana. Para corregir estas desigualdades, mostró varias propuestas como: comenzar con la reforma de la tierra y hacer de esto el punto principal de justicia e igualdad; respetar la agricultura tradicional y acelerar el desarrollo agrícola moderno, haciendo de la agricultura el sector primordial; desarrollar la cooperación e interacción entre gobiernos, la financiación y los individuos; por último, cooperar con inversores agrícolas internacionales.

LA APROPIACIÓN DE TIERRAS Y LA INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA DE AGRICULTURA EN DIFERENTES PAÍSES

En los últimos años, según las grandes tierras sin explotar africanas llamaban más la atención de los inversores extranjeros, estos alquilaron o compraron grandes porciones de tierra. Esto dio lugar al mito de «la apropiación de tierras» y, especialmente, el mito del famoso «la apropiación roja de tierras», haciendo referencia a China. ¿Cuál es la realidad de «la apropiación de tierras» en África y la inversión extranjera directa de algunos países en agricultura en África? ¿Qué impacto tiene esto en la vida de la población africana? Los conferenciantes compartieron sus reflexiones al tratar estos temas.

Dimuna Phiri, de Zambia Land Alliance, analizó las adquisiciones de tierra a gran escala y las inversiones en Zambia. Indicó que muchos inversores, no sólo extranjeros y privados, pero también inversores de Zambia, habían comprado tierras en este país. Sobre el uso de esas tierras, Phiri encontró que además de la producción agrícola, esas tierras también se usan para la minería, la irrigación y los proyectos de conservación del agua, y para áreas económicas urbanas. Dimuna Phiri dijo que el impacto de «la apropiación de tierras» en Zambia ha tenido efectos positivos y negativos. Entre los efectos positivos se incluyen la modernización de la producción agrícola, el aumento de ingresos para los agricultores, la mejora del intercambio tecnológico, la estimulación del empleo y el desarrollo de las infraestructuras. Los efectos negativos comprenden el reasentamiento y las limitaciones del proceso de compensación, las grandes pérdidas para los pequeños agricultores y la pobreza que conlleva la urbanización, la inseguridad alimenticia y la escasez de comida, la angustia y la pérdida de la identidad cultural. Ella presentó un enfoque basado en los derechos humanos para resolver estos problemas, es decir, que cuando «la apropiación de tierras» ocurra y sea necesario el reasentamiento, el gobierno debería proteger y promover los derechos humanos y las libertades fundamentales, la reducción de la pobreza, la mejora del nivel de vida y la consecución del desarrollo sostenible en primer lugar.

Los conferenciantes apoyaron los argumentos de Dimuna y añadieron propuestas interesantes, estableciendo que en el proceso de «apropiación de la tierra», la libertad, los derechos y los intereses de los pobres deben garantizarse; algunos indicaron que los derechos a la tierra de los pequeños agricultores no deben ser violados y que las empresas agrícolas extranjeras no deben interferir en esto. Para ellos, esto también debería incluir el derecho a la tierra de las mujeres, que debería garantizarse por ley, según los conferenciantes.

El Profesor Ajay Dubey, de la Universidad Jawaharlal Nehru en India, proporcionó un análisis práctico sobre la compra o alquiler de tierras por parte de un único país, India, en África. Indicó que las razones por las que India alquilaba o compraba tierras en África eran para invertir en África y producir más comidas para los indios. Los principales rasgos del proyecto indio son los siguientes: en primer lugar, aquellos que alquilan las tierras o las compran son empresas privadas. El gobierno indio y las empresas públicas no son parte de este proceso; en segundo lugar, los indios han frenado el proceso de apropiación de tierras en África desde 2012 debido a que algunas empresas no pueden transferir la tierra a otros compradores; en tercer lugar, es difícil esclarecer si las empresas que compran las tierras de verdad las dirigen indios o simplemente están registradas en India; por último, tras la compra de tierra en África, los indios siempre cultivan cultivos comerciales o baratos para remplazar los cultivos alimentarios, y venderlo en los mercados indios en vez de en mercados locales.

En los últimos años, se ha criticado mucho a China por «la apropiación de tierras» en África, que conllevó algunos efecto negativos en la cooperación agrícola entre China y África. Los representantes chinos tomaron esta oportunidad para desmontar este mito en sus intervenciones.

El Sr. Shi Yongjie, del Fondo de desarrollo China-África, contó en la conferencia que hasta 2013, la cantidad de tierra cultivable que los países extranjeros habían alquilado o comprado en África es un total de 33,16 millones de hectáreas. De entre esos países, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Brasil, Japón, Corea del Sur, India y Arabia Saudí tienen un total de 19 millones de hectáreas, casi el 57 % del total, y su apropiación de tierra continúa aumentando. En cambio, la tierra que tiene China sólo equivale al 10 % de la tierra que poseen los americanos en África. Asimismo, el número de inversores chinos en agricultura en África es muy pequeño y su contribución financiera es muy pequeña. El Sr. Shi Yongjie también enfatizó que el gobierno chino continúa basando su seguridad alimentaria en la producción interna en lugar de la producción en el extranjero y, además, indicó que esto explica el principal objetivo de la participación china en el sector agrícola africano. Este objetivo es la reducción de la pobreza y la seguridad alimentaria, y no la apropiación de tierras.

Según su investigación sobre la cooperación agrícola entre China y Uganda, el Profesor Zhang Haisen extrajo algunas conclusiones similares a las del Sr. Shi Yongjie. Reconoció que la inversión China en agricultura con fines comerciales en África ha aumenta recientemente pero no tanto como lo que se ha dicho; que el principal objetivo del compromiso chino en el sector agrícola africano se centra en el mercado y no en la apropiación de tierra, y en la seguridad alimenticia de China. Según el Profesor Zhang Haisen, un informe reciente implicó a una empresa china, ZTE, en un caso en el que supuestamente esta empresa quiso invertir mil millones de dólares en una empresa de biocombustibles con el aceite de palma que cubriría 3 millones de hectáreas en la República Democrática del Congo. No obstante, la verdad es que, hasta 2013, ZTE sólo poseía 200 hectáreas de un vivero de semillas en una planta de aceite de palma en la provincia del Ecuador, y otras dos granjas cerca de Kinshasa (246 hectáreas en Menkao y 600 hectáreas en Daipin).

Jessica M. Chu, del Colegio de Estudios Orientales y Africanos de la Universidad de Londres, indicó con los representantes chinos tenían razón cuando realizó su presentación sobre la inversión extranjera en agricultura en África, con su investigación sobre Zambia como ejemplo. Su investigación sobre la inversión extranjera directa en agricultura en Zambia por parte de diferentes países indica que entre el total de las inversiones agrícolas, Reino Unido representa el 38 %, los países BRICS el 26 %, y otros el 36 %. Sin embargo, de entre los BRICS, Sudáfrica tiene el 15 % mientras que China solamente el 3 %. Además, las inversiones de los británicos son generalmente para grandes granjas, mientras que las inversiones chinas se dedican principalmente a pequeños agricultores.

LAS OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS DE LOS INTERESES INTERNACIONALES

Con el crecimiento de la cooperación agrícola internacional en África, los intereses internacionales se han ido diversificando. Según la opinión de la Profesora Aparajita Biswas del Centro de Estudios Africanos de la Universidad de Mumbai, los intereses internacionales en el sector agrícola africano en esta «nueva era» incluyen gobiernos extranjeros, corporaciones privadas, emprendedores, centros de investigación, universidades, organizaciones no gubernamentales y de la sociedad civil. De este modo, ¿qué oportunidades y desafíos traen a África? Los participantes contestaron a esta pregunta desde diferentes puntos de vista.

Tomando como ejemplo la cooperación agrícola entre India y Zambia, Aparajita analizó las posibilidades y retos con los que se encuentra India en Zambia. Indicó que la cooperación entre India y Zambia crea empleo en el sector agrícola para población local, especialmente para las mujeres; beneficia tanto a los grandes como pequeños agricultores; promueve el intercambio de tecnología y conocimiento; proporciona la infraestructura agrícola; y mejora el desarrollo sostenible en agricultura. En cambio, los retos incluyen: no está claro el impacto medioambiental y social que puede tener; una gran cantidad de comida que se produce localmente se exporta; las políticas agrarias y de la tierra son confusas…; por tanto, la adquisición de la tierra no se realiza de forma transparente. Sin embargo, señaló que teniendo en consideración que la agricultura es el pilar de la mayoría de economías africanas y el aumento del interés internacional en ella, la agricultura tendría un futuro desarrollista positivo.

Teniendo en consideración el impacto de la inversión extranjera directa en agricultura en la economía de Zambia, Edmond Kangamungazi de Caritas Zambia también confirmó que la inversión extranjera directa ha traído tanto oportunidades como desafíos al sector agrícola de este país.

Por un lado, Kangamungazi reconoce que muchos agricultores han perdido su tierra debido a inversiones de grandes explotaciones, y los pequeños agricultores aún se enfrentan a grandes retos porque no pueden competir con estas explotaciones en el mercado de producción agraria. De hecho, Jessica M. Chu sostuvo que debido a la apropiación de tierras algunos propietarios han sufrido grandes pérdidas y mucha gente se ha visto desplazada; debido a las inversiones a gran escala, los agricultores africanos han tenido que producir cultivos de gran valor económico, puesto que la producción de cultivos alimenticios ha provocado su disminución.

Por otro lado, según Kangamungazi, las inversiones en grandes explotaciones pueden aumentar el empleo en el sector (especialmente durante el periodo de cosecha), aportar posibilidades de educación y entrenamiento; promover el intercambio tecnológico y suministrar más fertilizantes y químicos.

Dr. Tang Xiaoyang, de Tsinghua University, proporcionó un análisis de las inversiones asiáticas en el sector del algodón en el sur de África y su impacto en los agricultores locales, que incluyen: la creciente competitividad con los mercados locales; el aumento del precio de compra; mejor ayuda técnica y mejor calidad de las semillas; el cambio de la estructura de mercado local; el aumento de las fusiones o adquisiciones; grandes pérdidas para los pequeños agricultores debido a la falta de experiencia o financiación; la violación de términos y condiciones preestablecidos en un contrato vinculante por falta de regulación; el fijar los precios en contra de los intereses de los agricultores, lo que les lleva a intentar establecer contacto directo con los mercados internacionales.
Además del comercio y la inversión, la ayuda es otra forma fundamental de cooperación agrícola internacional con África. El Dr. Fu Jinhe, de la Red Internacional del Bambú y el Ratán (INBAR, por sus siglas en inglés), introdujo la cooperación con bambú entre INBAR y África y su contribución al desarrollo africano. Sostuvo que la cooperación no puede promover sólo el desarrollo de la industria del bambú africana (por ejemplo el uso del bambú para mobiliario, casa, decoración, suelos, combustible y alimentación) sino que también ayudaría a la protección del suelo y al empleo.

¿CÓMO MEDIR LOS IMPACTOS? PERSPECTIVAS DEL CRECIMIENTO INCLUSIVO Y EL DESARROLLO SOSTENIBLE

Una vez más, con el crecimiento exponencial de la inversión extranjera directa en agricultura en África, cómo medir su impacto en las vidas africanas se está convirtiendo en un asunto fundamental al que examinar, es decir, si estas inversiones tienen éxito o no, si benefician a África o no, y si los inversores extranjeros deberían seguir invirtiendo o incluso aumentar sus inversiones o no. Todos los conferenciantes estuvieron de acuerdo en que, durante la evaluación, se necesita prestar más atención en comprobar si estas inversiones están ayudando a los países africanos a diversificar sus productos alimenticios, si están accediendo a los mercados de destino y si aumentan el valor añadido de los productos alimenticios, lo que conllevaría que los países africanos alcanzasen el crecimiento inclusivo y el desarrollo sostenible.

El Dr. Wang Xiaolin, del Centro de Reducción de la Pobreza Internacional en China, indicó que el marco conceptual para esta comprobación incluye cuatro capas: la primera es el crecimiento agrícola, que incluye la seguridad alimenticia, el intercambio tecnológico y la organización industrial; el segundo se trata de oportunidades iguales y justas, que incluyen la inclusión, la participación de las empresas y de los agricultores; el tercero es un proceso respetuoso, que conlleva la sostenibilidad y las practicas respetuosas con el medioambiente y la ecología; el último recoge la idea de un resultado justo, que incluye la reducción de la pobreza y el aumento del bienestar de la población. Al principio del proyecto, lo primero que se debe medir es la seguridad alimenticia y el intercambio tecnológico; al final, se debe medir el aumento del bienestar de la población y las prácticas respetuosas con el medioambiente. Wang Xiaolin sostuvo que todo proyecto comprende seis etapas: la identificación, la preparación, la estimación, la negociación, la implementación y supervisión, y la evaluación, respectivamente. El proceso de medida debería empezar en la implementación y la supervisión. Sus contenidos deberían centrarse en la contribución, la producción, los resultados y los impactos. El proceso de medir tiene el fine de confirmar si el proyecto ha tenido impacto o no, cómo de grande fue este impacto y quién se ha beneficiado de él. El objetivo es tener una base para un método de toma de decisiones políticas adecuado. Por último, Wang Xiaolin indicó que para alcanzar la eficacia de las medidas, se necesita un grupo independiente de comparación que no reciba sobornos.

Desire Assogbavi, representante de la oficina de enlace de Oxfam en la Unión Africana, evaluó el desarrollo actual de África desde la perspectiva del crecimiento inclusivo y el desarrollo sostenible. Sostuvo que existen muchos problemas en el crecimiento inclusivo africano y en el desarrollo sostenible, como el crecimiento económico sin desarrollo económico, una población en aumento, una proporción relevante de población que sufre hambre y malnutrición, la falta de infraestructura, y la explotación descontrolada de los recursos naturales. ¿Cómo puede el crecimiento actual traer la competitividad internacional y la prosperidad a África? Según Assogbavi, la respuesta radica en la necesidad de que África alcance un crecimiento basado en la agricultura en vez de la minería. Para conseguir esto, los países africanos deberían centrarse en las siguientes políticas: distribuir al menos el 10 % del gasto público en agricultura, y asegurar su eficacia y eficiencia; adoptar una política adecuada y las condiciones institucionales para aumentar las inversiones privadas, especialmente las locales en agricultura; suministrar el conocimiento, la información y las habilidades adecuadas a los inversores; aumentar el comercio intraafricano sin disminuir los negocios actuales; y parar el flujo de capital ilícito.

Mao Xiaojing, de la Academia para el Comercio Internacional y la Cooperación Económica de China, trató la cooperación agrícola entre China y África desde la perspectiva de la sostenibilidad. Dividió la cooperación entre estos dos países en dos períodos: antes y después del año 2000. Señaló que entre las tres principales formas de ayuda antes del 2000 se encontraban las explotaciones agrícolas, los proyectos de irrigación y de conservación de agua y las empresas de comercio agrícolas. La primera de ellas era insostenible, las otras dos tenían un éxito relativo. Después del 2000, otras formas de cooperación agrícola entre China y África comprendían la preparación de personas en agricultura; el envío de expertos agrícolas y técnicos para la asesoría y la cooperación técnica, la creación de centros para la agricultura y la inversión directa de empresas chinas en agricultura. No obstante, Mao Xiaojing reconoció que su elemento más sostenible todavía se enfrenta a algunos problemas. Por ejemplo, algunos centros de demonstración agrícola no están funcionando como deberían. Según estos argumentos, propuso tres medidas para alcanzar el desarrollo sostenible en la cooperación agrícola entre estos dos países: el primero era combinar las ventajas técnicas de China con las necesidades de África; el segundo consiste en combinar la ayuda técnica con la creación de infraestructura agrícola necesaria; y la tercera entremezcla la industria del desarrollo agrícola con la inversión.

CONCLUSIONES

El punto de partida de la conferencia trataba sobre si el desarrollo agrícola en África debería aceptar a las grandes explotaciones agrícolas comerciales dirigidas por los inversores internacionales, o si se debería apoyar la agricultura de los pequeños agricultores africanos. Aunque esto es el centro de un polémico debate en la sociedad internacional, como hemos mencionado con anterioridad, el contenido de la conferencia va más allá de este debate. Los conferenciantes examinaron la importancia del desarrollo agrícola sostenible en África en el futuro próximo; presentaron el marco institucional local necesario, y los principales elementos del desarrollo agrícola y las estrategias que se deben seguir para el desarrollo del sector agrícola africano en su fase actual; describieron diferentes tipos de mecanismos de cooperación internacional llevados a cabo por diferentes actores y debatieron sobre las oportunidades y desafíos a los que se enfrentan esos actores desde una perspectiva histórica y contemporánea. Tras haber analizado esos temas en los niveles macro y medio, los conferenciantes también presentaron algunos casos de países en el nivel micro, y examinaron la relación entre el crecimiento inclusivo y el desarrollo sostenible en África con la cooperación agrícola internacional desde distintos puntos de vista. Creemos que su punto de vista servirá de ejemplo para los académicos, los políticos y aquellos que se dedican a la cooperación agrícola internacional en el terreno (incluidos tanto los interesados de los países africanos como actores extranjeros).

Shen Xiaolei

Nota: El autor agradece al Profesor Liu Haifang,Secretario general y Director adjunto del Centro de Estudios africanos, en el Colegio de Estudios Internacionales en Universidad de Peking; y al Sr. Antoine Roger Lokongo, candidato a doctor en el Colegio de Estudios Internacionales de la Universidad de Peking, respectivamente por su ayuda y contribución a la redacción de este artículo.

Fuente: Pambazuka

[Traducción, María Alarcón]

Autores

  • Shen Xiaolei es un doctorando del Colegio de Estudios Internacionales en Universidad de Peking.

    shenxiaolei1980@163.com.

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