Una semana después de que estallaron las tensiones militares en la frontera entre Angola y la República del Congo, aún no hay confirmación oficial ni explicaciones con respecto a la incursión de los soldados angoleños en Pangui, en la zona de Kimongo, distrito de la región de Niari (sudoeste). La diplomacia se puso a trabajar para obtener la liberación de 57 soldados congoleños que fueron llevados por las tropas de Angola a la ciudad de Cabinda, enclave angoleño. Los habitantes de Pangui, que huyeron de allí temiendo enfrentamientos armados entre las dos partes, estarían volviendo a la ciudad y los dos contingentes se estarían manteniendo en sus posiciones. Según el periódico congoleño “Les Dépêches de Brazzaville”, la intervención angoleña fue un gesto de protesta contra el refuerzo de la presencia militar congoleña en la localidad de Panguim Iloungam Yandza, Ngandambinda y Kimongo; lugares que Angola considera que son parte de su territorio nacional.
El único que ha roto el silencio hasta ahora ha sido el ministro del Interior del Congo, Raymond Mboulou, quien minimizó el operativo militar y aseguró que “no hay un verdadero conflicto de frontera con nuestros amigos de Angola… este desafortunado incidente se está resolviendo a través de la diplomacia”. Por otra parte, el embajador de Angola en el Congo, Pedro Mavunza, dijo a la prensa local que no reconoce estos hechos y acusó a los medios “meter cizaña”.
Sin embargo, se supo por algunas informaciones confidenciales de la diplomacia que las autoridades de Angola desde hace tiempo advirtieron al gobierno del Congo que debe solucionar la presencia de los rebeldes del Frente de Liberación de Cabinda (FLEC) en su territorio y reforzar los controles a lo largo de la frágil frontera.
El territorio de Cabinda, que es rico en petróleo y está encastrado entre la República del Congo y la República Democrática del Congo, se encuentra bajo la soberanía de Angola. En mayo, los rebeldes del FLEC habían dicho que estaban dispuestos a negociar un acuerdo de paz que ponga fin al conflicto que inició hace 40 años, para lograr la independencia de este enclave. En 1997, las tropas angoleñas ayudaron al presidente congoleño Denis Sassou Nguesso a recuperar el poder, al final de la guerra civil en su país. En el año 2000, las tres naciones limítrofes firmaron un pacto de no agresión.
MISNA