Su nombre es Amir Boukli Hassen y tiene como foto de perfil el acrónimo de Sonatrach. Su mensaje es muy serio: llama a los jóvenes a tirar ácido a las caras de las mujeres bajo el lema «golpéala, huye y déjala desfigurada, así juro que esa perra no saldrá más de casa». Algunos comentarios son tan violentos como este mensaje, pero afortunadamente, la gran mayoría de los usuarios de Internet se indignaron y lo han expresado así, cada uno a su manera. Dicho llamamiento incluye palabras que incitan a la violencia y, como resultado, cae automáticamente bajo el peso de la ley, y también en el ámbito de aplicación del reglamento de Facebook, la red en la que se transmitió. Después de las muchas quejas de los usuarios de Internet, la cuenta de Amir Boukli Hassen finalmente fue bloqueada.
Sin embargo, no se pudo obtener información de la policía sobre el inicio de una investigación. Sin embargo, se nos dice que «los llamamientos de este tipo son informados automáticamente y asumidos por servicios especializados que tienen los medios para identificar a los perpetradores».
Este es un incidente serio que requiere una respuesta rápida. El silencio y la inacción de los servicios de seguridad solo fomentarían la violencia contra las mujeres, la cual, debe recordarse, está prohibida, tanto por el código penal como por las convenciones internacionales que Argelia ha ratificado.
Hace unos meses, otro internauta había hecho un llamamiento «a la caza de mujeres que no se cubren», ilustrado con una caricatura de una mujer vestida en pantalones y tomada con una mano y arrojada a la papelera con un eslogan «campaña de salud pública». Algunos cibernautas aplaudieron este mensaje violento, pero muchos otros lo condenaron, mientras que por parte de las autoridades no se hizo nada, ya que la cuenta en cuestión siguió transmitiendo dicho llamamiento.
Afortunadamente, la sociedad civil no ha permanecido en silencio. Más de 1000 personas, especialmente mujeres, hicieron footing justo antes de la ruptura del ayuno como señal de solidaridad con la víctima de la agresión. Hubo otros eventos de apoyo en Annaba, luego en Bejaia y en todas las principales ciudades del país.
Bajo el lema «soy yo quien decide dónde debo estar», muchas mujeres, pero también hombres, han salido a las calles para expresar su indignación contra la violencia. También cuestionaron a las autoridades sobre el fenómeno de la violencia, que tiende a dirigirse sobre todo contra las mujeres que se enfrentan a una sociedad donde los discursos discriminatorios y de odio son legión, especialmente desde el advenimiento de los canales de televisión privados, algunos de los cuales se han convertido en verdaderos foros de oscurantismo.
Las autoridades públicas tienen una gran responsabilidad. Garantes de las libertades individuales y colectivas, su papel es el de proteger a los ciudadanos de la violencia y garantizar que quienes la ejerzan sean enjuiciados.
Salima Tlemçani
[Fundación Sur]
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