Los prisioneros de Uganda son sometidos a trabajos forzados bajo condiciones que se parecen a las de la esclavitud, y se enfrentan a abusos y explotación rutinariamente por parte de los funcionarios, según ha desvelado Human Right Watch, en un informe publicado el día 14 de julio.
Los detenidos, incluidas las mujeres embarazadas y los discapacitados, a menudo son apaleados, apedreados y quemados si intentar evitar el trabajo forzado, según la organización de sede en Nueva York. “Los prisioneros en Uganda, muchos de los cuales no han sido condenados por ningún crimen, son brutalmente golpeados y forzados a trabajar bajo condiciones semejantes a la esclavitud”, señaló Katherine Todrys, una investigadora del grupo HRW.
Unos 17.000 detenidos, más de la mitad de la población total en prisión, todavía no han sido condenados, mientras que son reclusos son forzados a dormir por turnos, debido a la extrema superpoblación de las cárceles, y se enfrentan a una situación de fetidez, malnutrición e inexistencia de tratamiento médico, según el grupo HRW.
“Muy poco prisioneros con VIH y tuberculosis tienen el tratamiento adecuado, arriesgando sus vidas y el desarrollo y propagación de cepas resistentes a la medicación”, añadió Todrys.
Según el informe “Incluso los muertos deben trabajar: Salud, trabajos forzados y abusos en las prisiones de Uganda”, los investigadores visitaron 16 prisiones por todo el país y encontraron internos obligados a prostituirse por comida y los funcionarios de la prisión beneficiándose ilegalmente del trabajo realizado por los detenidos.
“Cavamos desde la mañana hasta la noche sin descanso. Nos golpean la cabeza, la espalda o las piernas cuando no te puedes mover más rápido. Nunca se nos paga por ello, ni siquiera jabón o alimentos”, según cita el informe a un prisionero llamado Daniel.
Mientras que las condiciones en algunas prisiones han sido mejoradas en los últimos años, HRW pide al gobierno de Uganda que procese a los funcionarios que se benefician del abuso de los prisioneros, que garantice un tratamiento médico adecuado y que recorte el tiempo que los sospechosos pasan en detención antes del juicio.
El Comisario General de Prisiones de Uganda, Johnson Byabashaija, admitió que las prisiones no eran “conductivas” (sic).
“Por lo que a mí respecta estos asuntos son
Muy contundentes y tengo que abordarlos y revisar mis controles”, declaró, “tenemos prisiones muy masificadas… la verdad es que un montón de prisiones están muy por debajo de los estándares internacionales”.
(News 24, 15-07-11)