Hamilton Naki, un sudafricano negro de 78 años, murió el 29 de mayo de 2005. La noticia no figuró en los periódicos; pero su historia, es una de las más extraordinarias, del siglo XX. El cine lo bautizo como “El cirujano clandestino”, Naki fue un gran cirujano.
Él fue quien retiró el órgano del corazón de la donadora, para ser trasplantado a Louis Washkanky, en 1967, en Ciudad del Cabo, Suráfrica, en la primera operación de trasplante de corazón humano, con éxito.
Naki era tal vez el segundo hombre más importante del equipo que hizo el primer trasplante cardíaco de la historia. Pero no podía aparecer públicamente; porque era negro, en el país del apartheid. El cirujano-jefe del grupo; Christian Barnad, se convirtió en una celebridad instantánea. Pero Hamilton Naki, ni siquiera podía salir en las fotografías del equipo. Y Cuando apareció en una, por descuido, el hospital explicó que era un empleado del servicio de limpieza.
Naki jamás estudió medicina ni cirugía. Había abandonado la escuela a los 14 años para ser jardinero en la Escuela de Medicina, de Ciudad del Cabo. Pero aprendía de prisa y era curioso. Aprendió cirugía presenciando experiencias con animales. Se transformó en un cirujano excepcional; hasta tal punto, que Barnard lo requirió para su equipo.
Se quebrantaban las leyes surafricanas del apartheid; cuando un negro como Naki, operaba pacientes o tocaba la sangre de blancos. Pero el hospital hizo una excepción para él; y se transformó en un cirujano “clandestino”. Era el mejor y daba clases a los estudiantes blancos; pero ganaba salario de técnico de laboratorio, lo máximo que el hospital podía pagar a un negro.
Vivía en una barraca sin luz eléctrica ni agua corriente, en un gueto de la periferia.
Hamilton Naki enseñó cirugía durante 40 años y se retiró con una pensión de jardinero de 275 dólares al mes. Pero eso no le importó. El siguió estudiando y dando lo mejor de sí, pese a su discriminación.
Cuando la era del apartheid acabó, ganó una condecoración y un diploma de médico honoris causa. En un documental de televisión emitido en 1992, la cirujana Rosemary Hickman describía “la absoluta dedicación, humildad y honestidad de Naki, además de esa cualidad imposible de definir que tienen los cirujanos excelentes”.
Él siempre conservó esta humildad que todos destacaban, a sus 76 años, era un personaje famoso, querido y respetado por todo el mundo, y en una de las muchas entrevistas publicadas sobre y de él, el mismo Naki aseguraba entre carcajadas: “Enseñé a más de 3.000 doctores, pero la Universidad de Ciudad del Cabo nunca dio muestras de aprecio por ello”, y continuaba riendo, “La gente no se lo cree, ¡una persona sin educación enseñando a gente con títulos universitarios!”.
El pasado mes de diciembre, se cumplieron 40 años de la primera operación de trasplante de corazón con éxito. En Suráfrica este aniversario tan especial se celebró inaugurando un museo y la primera clínica pediátrica de Prevención de enfermedades de corazón, en Ciudad del Cabo, además de una beca para estudiantes de medicina que se llamará Hamilton Naki. El Museo se inauguró en el antiguo edificio del Hospital de Ciudad del Cabo, además tuvo lugar una cena de gala a la que asistieron las más significativas personalidades del mundo de la medicina y de la política.
Ese día de celebraciones se lanzó la beca destinada a los estudiantes de medicina que muestren compromiso con el ámbito académico de la salud, ‘Hamilton Naki’. Los dos primeros receptores de esta beca, inaugurada el 4 de diciembre de 2007, fueron Carol Hella y Bongaesi Chiliza, que ahora están realizando sus estudios doctorales o post doctorales durante tres años, gracias a la beca ‘Hamilton Naki’.
(FunSur, diversas fuentes, 29-05-08)