La lucha contra los islamistas de Al Shabaab, en Somalia, es la cuestión ineludible en la cumbre de la Unión Africana que comenzó este fin de semana en Kampala, la capital de Uganda.
Uganda está dispuesta a reforzar los efectivos que luchan contra los islamistas de Al Shabaab, que han reivindicado el doble atentado de Kampala, en el que murieron más de 70 personas, el pasado 11 de julio.
“¿Vamos a sentarnos a esperar que nos ataquen otra vez?”. Esta pregunta del vice primer ministro ugandés, Eriya Kategaya resume el espíritu de Kampala. Uganda, que proporciona los dos tercios de los soldados que la Unión Africana tiene en Somalia, espera obtener de la Unión Africana un nuevo mandato y sobre todo nuevas reglas de compromiso. Pasar de un mandato de mantenimiento de la paz y uno de imposición de la paz.
Imponer la paz es hacer hablar a la pólvora, lanzar una ofensiva contra Al Shabaab. Los ugandeses están incluso dispuestos a enviar refuerzos a Somalia. La situación en Mogadiscio domina la cumbre de la UA. Es el deseo de los responsables de la Unión Africana que asisten a la cumbre y esperan adoptar medidas enérgicas para combatir a Al Shabaab.
En la UA se dice que hay dos “líneas rojas”. Es hora de plantearse que Al Shabaab ha tomado el poder en Mogadiscio. Y es hora de plantearse negociar con ellos.
La opción militar es la preferida. Se esperan refuerzos. Según Jean Ping, el presidente de la Comisión de la UA, Guinea Conakry prevé enviar un batallón de soldados. La IGAD, la Autoridad intergubernamental para el Desarrollo, que reúne a seis países del este africano, y los países de cuerno africano también. Además, la misión de la UA en Somalia podría recibir dos helicópteros de combate.
(Guinee 58, Guinea Conakry, 23-07-10)