La policía de Suazilandia, una de las últimas monarquías absolutas del mundo, ha detenido a varios líderes e inmovilizado a otros, por una protesta pre electoral, para pedir reformas democráticas, según un líder sindicalista. Las autoridades de Suazilandia han declarado que la protesta podía causar anarquía en el reino del sur de África, un día antes de las elecciones parlamentarias.
Policías armados empujaron a los activistas sindicalistas desde los autobuses y coches en un control de carretera y les llevaban a un cruce cercano con la frontera de Suráfrica, metiendo a los líderes sindicalistas en furgonetas y trasladando al resto a la capital de nuevo.
Los líderes sindicales, por teléfono, declaraban a la prensa que no se les había informado de los motivos de su detención y denunciaban que sus arrestos eran ilegales. La policía no quiso hacer comentarios.
Los sindicatos de Suazilandia, respaldados por la poderosa federación sindicalista de Suráfrica, Cotasu, ha prometido que bloqueará el tráfico en las fronteras, una arteria comercial entre las dos naciones.
El rey Mswati III dirige el país de 1.1 millones de habitantes a su antojo, eligiendo el Primer Ministro y la Cámara de los diputados él mismo, de entre los elegidos para el Parlamento. Los partidos políticos están prohibidos en el país desde 1973. Aunque el monarca sigue siendo popular entre muchos de sus súbditos, últimamente el descontento es cada vez mayor, por su extravagante estilo de vida, por negarse a adoptar reformas democráticas y por no abordar los problemas sociales, como por ejemplo, que su país es una de las peores epidemias de SIDA en África.
La economía de Suazilandia creció un 3.5 % en 2007, pero se ha vuelto a ver zarandeada en los últimos meses por el aumento en los precios del combustible y de la comida, y una época de recesión en Suráfrica, su principal socio comercial. Se teme que por todas estas dificultades económicas aumenten el desempleo y la pobreza. Actualmente el 40 % de los suazis en edad laboral están en paro.
La frustración desencadenó en violentas protestas a principios de este mes, cuando los manifestantes lanzaron piedras a las tiendas, saquearon mercados y provocaron una explosión que destrozó un autobús.
Mswati, el quinceavo monarca más rico del planeta, según la revista Forbes, no parece que vaya a cambiar nada a corto plazo.
(IOL, 18-09-08)