Afonso Dhlakama, líder de la RENAMO (Resistencia Nacional Mozambiqueña) dijo, en una declaración por teléfono, dirigida a periodistas reunidos en un hotel de Maputo, que se encuentra en Sadjundjira, en la sierra de Gorongosa, centro de Mozambique, y que se prepara para controlar seis provincias del centro y norte de Mozambique, a partir de marzo de 2016.
“La RENAMO va a gobernar, a partir de marzo, de buena manera, vamos a ocupar políticamente y democráticamente las provincias de Sofala, Nampula, Zambezia y Manica; iremos a ocupar también las provincias de Tete y Niassa, afirmó el presidente de la RENAMO, Afonso Dhlakama, hablando por teléfono a periodistas y miembros de su partido, reunidos en un hotel de Maputo.
El líder de la RENAMO, que no ha sido visto en público desde el 9 de octubre, después de que la policía cercase e invadiese su residencia en la ciudad de Beira para desarmar a su guardia personal, dijo que está bien de salud y que se encuentra en Sadjundjira, una de las principales bases del partido en la provincia de Sofala, donde ya se refugió durante la última crisis militar con el gobierno entre 2013 y 2014.
Dhlakama, que habló en el mismo día en que el jefe del estado, Filipe Nyusi, pronunció en el parlamento su discurso sobre el estado de la nación -durante el cual los diputados de la RENAMO abandonaron la sala del plenario- no precisó como pretende ocupar aquellas seis provincias, pero dejó un aviso claro al ejecutivo, liderado por FRELIMO (Frente de Liberación de Mozambique).
“No dispararemos ni un solo tiro, pero quiero dejar claro que, si los de la (Unidad de Intervención Rápida) o las “fademos” (Fuerzas Armadas de Mozambique), cumpliendo las órdenes de Nyusi, intentan hacer jugarretas, vamos a destruir. Repito, vamos a destruir y no encontraremos ninguna resistencia”, declaró.
Las palabras de Dhlakama fueron pronunciadas después del rechazo por la mayoría de FRELIMO, el 7 de diciembre, de la propuesta de revisión puntual, presentada por la RENAMO al parlamento, y que tenía como objetivo hacer aceptar su proyecto de autonomías provinciales.
FELIMO ya había rechazado en abril un proyecto de ley, que preveía la creación de aquellas nuevas estructuras administrativas, consideradas por la RENAMO como indispensables para superar el fraude, que alega haber existido en las elecciones generales del 15 de octubre de 2014.
En su intervención sobre el estado de la nación, el presidente mozambiqueño volvió a manifestar su disponibilidad para reunirse con el líder de la oposición, con el fin de que, juntos, encuentren una salida pacífica a la crisis política actual.
Dhlakama dijo el día 15 de diciembre que, desde el incidente de Beira, no ha habido contactos formales o informales con el gobierno, añadiendo que ya ha pasado el tiempo de las negociaciones.
Negociar ¿qué? ¿Negociar la revisión del Acuerdo General de Paz, la revisión del Acuerdo de Cese de las Hostilidades Militares, negociar para que de hecho se analice el texto sobre la despartidirización del Estado? ¿Hablar de la policía, de las fuerzas armadas, de la economía, de la vida en general? Creo que ya no hay tiempo para eso”, confirmó el líder de la oposición, añadiendo que sólo está dispuesto a hacerlo después de establecer su gobierno en las seis provincias.
Considerando que cualquier encuentro con Nyusi sería una “broma”, y que no es ningún muñeco para ir a apretar la mano del presidente para una fotografía, Dhlakama no aclaró si pretende asumir el poder en las áreas de defensa y seguridad en aquellas provincias, y dio a entender que la integración de sus hombres armados en las fuerzas regulares es un asunto concluido, pero no resuelto.
“Desde 1992 estamos negociando la entrada de la RENAMO en las ‘fademo’ (Fuerzas Armadas de Mozambique), pero la FRELIMO no nos quiere, y está violando lo que se acordó en Roma”, dijo el líder de la oposición, añadiendo que no va a entregar las armas para que después sus adversarios las utilicen para matarlo.
El mayor partido de la oposición obtuvo el derecho de tener armas, en el cuadro del Acuerdo General de Paz, firmado en Roma en 1992, defendió Dhlakama, añadiendo que “nadie tiene capacidad para desarmar a la RENAMO, mientras que la RENAMO tiene capacidad para desarmar a la FELIMO en 24 horas”.
Dhlakama dijo que “se acabó la paciencia”, en un discurso en el que también quiso dejar un mensaje de tranquilidad para los inversores y para los países vecinos, cuando precisó que no tenía ninguna intención de damnificar la línea férrea, que transporta el carbón de Moatize, ni cortar los enlaces ferroviarios con Malawi, Zimbabwe, Swazilandia y Sudáfrica, ni sabotear la línea de alta tensión, que transporta a los países vecinos la energía eléctrica de la gran central hidroeléctrica de Cahora Bassa.
africa21
(Fundación Sur)
