Según ha podido saber la Fundación Sur a través de las redes sociales de guineanos, el día 12 de julio por la mañana se ha producido un grave incendio en la cárcel de Black Beach, situada en las afueras de la capital de Guinea Ecuatorial, Malabo. Se habla de 40 muertos.
Tras el incendio se produjo una enorme confusión, sin que se conocieran las causas y las cifras exactas de muertos y heridos. Los testigos aseguran que se oían disparos a las 14.30 horas y que el hospital de Loeri Comba de la capital, no daba abasto a atender a todos los heridos que llegaban.
Por la tarde las cifras empezaron a trascender, se habla por el momento de 40 muertos, dos de ellos soldados que los presos lograron atrapar en los enfrentamientos.
Según algunos testigos y residentes de Malabo, desde hace algún tiempo la cárcel Black Beach vive incidentes diarios. Al parecer la causa del incendio es que algunos presos se habían declarado en huelga, seguramente protestando por las terribles condiciones de vida en la prisión, denunciadas desde hace mucho tiempo por todo tipo de organizaciones internacionales, como Amnistía Internacional, la oposición y los activistas, en diferentes momentos. La cárcel de Black Beach es una de las más temidas de África, tristemente famosa por las ejecuciones que en ella se han producido, además de torturas y malos tratos habituales.
No está claro quién provocó el incendio, o si fue intencionado, pero muchos temen que sea otro episodio provocado por los militares, que no es la primera vez que hacen este tipo de cosas para disparar a los presos incómodos, con la escusa de que intentaban huir de la prisión, y hacer algún “ajuste de cuentas” con los internos.
Según la fuente cokenve, los presos se amotinaron porque no se les permitía hacer una huelga. Tras duros enfrentamientos entre los guardias y los presos, los primeros dispararon contra los presos, matando a varios de ellos, tras lo cual, los demás presos provocaron el incendio.
En Malabo no hay ambulancias, así que algunos heridos han llegado a hombros de otros que estaban mejor, al hospital.
Todas estas informaciones están por confirmar, algo que será difícil, al igual que los datos de la cárcel. No se pueden hablar de estadísticas ni oficiales ni extraoficiales de la prisión, sobre cuántos internos tiene, ni los cargos contra los mismos o las condenas que cumplen. El gobierno no hace públicos este tipo de datos.
Hace unas semanas se difundió una noticia que decía que se habían fugado 45 presos de la cárcel, algo que provocó temor entre la población, ya que el ejército suele irrumpir en las casas de los “fugados” y de sus familiares y seres queridos destruyendo todo a su paso.
(FunSur, 12 de julio de 2012)
