Después de los EEUU, Gran Bretaña expresa su inquietud con relación a la evolución de la situación de los derechos humanos en Ruanda, concretamente tras la oleada de detenciones – en el norte del país – denunciadas por Washington y por HRW. Se trata de una declaración sin precedentes de la diplomacia británica, considerada desde siempre como una aliada importante de Kigali.
Nunca hasta ahora Londres había empleado semejante lenguaje a propósito de Ruanda. En en una declaración transmitida a RFI, un portavoz del Foreign Office retoma, casi palabra por palabra, las declaraciones del Departamento de Estado norteamericano en estos últimos seis meses. A propósito de la oleada de detenciones, “el respeto de los procedimientos judiciales es vital”, explica el portavoz del ministerio británico de Asuntos exteriores, antes de precisar que el gobierno británico “seguía esta situación de cerca” y “había expresado su preocupación “ al gobierno ruandés.
El embajador de Gran Bretaña en Kigali ha tenido esta semana un encuentro con el investigador de HEW y con el ministro ruandés de justicia, sabiendo que éste último había acusado en un periódico pro-gubernamental a la organización de defensa de derechos humanos HRW de ser el portavoz de “grupos terroristas”.
Por otra parte, Londres “condena” el asesinato de Patrick Karegeya y el ataque contra el domicilio de Kayumba Nyamwuasa, dos opositores ruandeses en exilio, y “saluda” la apertura de investigaciones al respecto de la policía surafricana.
“Estamos muy preocupados por lo que aparece como una sucesión de actos de violencia contra figuras de la oposición ruandesa”, explica este portavoz del Foreing Office, antes de añadir que el gobierno británico se encontraba igualmente “turbado” por los comentarios emitidos en público por altos responsables del gobierno ruandés.
Fuente: RFI
[Traducción, Ramón Arozarena]