Gambia comenzó un nuevo capítulo en su historia el sábado, tras el reconocimiento de Yahya Jammeh, que había dirigido el país durante 22 años, de su derrota en las urnas contra el empresario Adama Barrow, aclamado rotundamente en todo el mundo.
Los actos de alegría del viernes en las calles, celebrando la derrota de Jammeh, cuyos carteles con su imagen fueron arrancados o pisoteados, fueron seguidos el sábado por la mañana con una feliz calma en Banjul.
En comparación con el día anterior, menos fuerzas de defensa y seguridad eran visibles en las calles, a excepción de en sus lugares habituales.
Llegado al poder mediante un golpe de estado en 1994, Yahya Jammeh, fue elegido por primera vez en 1996, por cinco años, y reelegido tres veces después.
Estaba seguro de obtener un quinto mandato el jueves, y sus críticos le acusaban de que no sería capaz de aceptar una sorpresa. Ante la sorpresa general, reconoció la derrota en un comunicado televisado la noche del viernes. «Ustedes, gambianos han decidido que yo tenía que retirarme, después de las elecciones presidenciales del jueves, han hablado con claridad», declaró el militar retirado, antes de felicitar a Adama Barrow por su «clara victoria».
Ante las cámaras, telefoneo a su contrincante, un desconocido empresario en la escena política hasta hace seis meses, diciéndole: «me gustaría desearle buena suerte, el país estará en sus manos en enero y que sepa que puede contar con mi ayuda durante la transición».
Hasta finales de la mañana del sábado el sábado, nada hacía todavía posible explicar que fue lo que propició un escenario de este tipo, sobre todo porque Jammeh ha gobernado sin oposición y ha mantenido, a la mayoría de los gambianos, en un régimen de represión, a veces sangrienta.
Si algunos ponían en duda su destino, él parecía tranquilo sobre su futuro: no irá al exilio y llevará una tranquila vida de campesino en Kanilai, su pueblo natal en el oeste de Gambia, aseguró en su mensaje televisado.
El jueves, alrededor de 890.000 gambianos, sobre cerca de 2 millones, acudieron a las urnas para decidir entre, Yahya Jammeh, Adama Barrow y un tercer candidato, Mama Kandeh, todos nacidos en 1965, año de la independencia del país.
Según los resultados de la encuesta publicada el viernes, Yahya Jammeh, quedaba clasificado en segundo lugar con el 36,6% de los votos, detrás de Barrow, acreditado con el 45,5% de los votos. Mama Kandeh obtuvo el 17,8%. La participación fue de alrededor de 65%.
Adama Barrow, urgió a sus compatriotas a «ponerse a trabajar».
Según fuentes diplomáticas, el candidato electo debe reunirse con el Representante Especial del Secretario General de la ONU en África Occidental y el Sahel, Mohamed Ibn Chambas.
Las felicitaciones internacionales a los gambianos, por la victoria de Barrow y por la derrota de Jammeh, se han multiplicado.
Además de la Comisión Económica de los Estados del África Occidental (CEDEAO), la Unión Africana, la ONU, los Estados Unidos y ONG, como Human Rights Watch, Senegal y Gambia también se han unido a las felicitaciones.
De acuerdo con un comunicado oficial, el jefe de Estado de Senegal, Macky Sall, también mantuvo el viernes una conversación telefónica con Adama Barrow, para expresarle «su determinación de trabajar por el fortalecimiento de las relaciones entre los dos países”, que se había complicado durante el mandato del presidente Jammeh.
africa1.com
Fundación Sur
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