El presidente de Kenia, Mwai Kibaki va a celebrar un gabinete de crisis el día 14, para discutir las consecuencias de la planeada investigación del Tribunal Penal Internacional sobre la sangrienta violencia postelectoral que tuvo lugar en el país, a finales de 2007.
El ex secretario general de las Naciones Unidas, y mediador en la crisis de Kenia, Kofi Annan, presentó la semana pasada una lista que contenía los nombres de los sospechosos de ser responsables de la violencia, ante el Tribunal de La Haya.
Una comisión independiente de investigación, dirigida por el juez Philip Waki, identificó a algunos políticos y empresarios como perpetradores de la violencia, que se cobró más de 1.200 vidas.
Annan, que ayudó a los partidos del país del este de África a alcanzar un acuerdo de reparto de poder, en 2008, había ampliado el plazo para que el gobierno formase un tribunal encargado de juzgar a estos sospechosos, pero el tribunal de La Haya tuvo que ser la alternativa cuando se hizo obvio que los funcionarios del gobierno de Kenia no iban a cumplir su obligación.
Las encuestas de opinión muestran que la mayoría de los keniatas consideran corruptos a los tribunales del país, y están a favor de que sea el tribunal de La Haya el que investigue y juzgue a los responsables de la violencia política.
(News24, Suráfrica, 13-07-09)