El asistente presidencial sudanés, Ibrahim Ghandour, empezó una serie de reuniones en Washington con altos funcionarios de EE.UU del Departamento de Estado y de la Casa Blanca.
Ghandour llegó a Washington el fin de semana para satisfacer una invitación de la Administración estadounidense para discutir temas sin resolver que han intensificado las tensiones que caracterizaron sus relaciones por más de dos décadas.
Los funcionarios sudaneses esperan que el diálogo continúe en diferentes niveles para alcanzar un entendimiento común sobre los temas pendientes.
El ministro de Exteriores sudanés, Ali Karti, concluyó una visita la pasada semana a Washington por invitación de dos legisladores norteamericanos y se encontró con varios congresistas, activistas de derechos humanos y otros observadores, según el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Las fuentes dijeron que Ghandour continuará las discusiones con una serie de expertos y centros de investigación de EE.UU.
La televisión progubernamental, Ashorooq TV, dijo que Ghandour celebró tres importantes reuniones en el Departamento de Estado de EE.UU y celebrará otras con funcionarios de la Casa Blanca.
El partido gobernante con la figura de su diputado, Mohamed Hassan al-Amin, dijo que la visita es el comienzo para sacar a Sudán de la lista norteamericana de Estados patrocinadores del terrorismo y el levantamiento de las sanciones económicas.
Al-Amin dijo que la visita es una oportunidad para corregir muchas de las ideas equivocadas sobre Sudán.
El Ministerio sudanés de Asuntos Exteriores dijo que hay elementos y grupos de presión que no tienen interés en la normalización de las relaciones entre EE.UU y Sudán y buscarán oponerse.
La visita de Karti a Washington desencadenó una oleada de críticas contra su invitación a tomar parte en el Desayuno Nacional de Oración, junto con el presidente estadounidense Barack Obama y dignatarios internacionales la pasada semana.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Youssef al-Kordofani, dijo que la visita de Ghandour es una oportunidad para entregar el mensaje de Sudán y clarificar sus puntos de vista sobre una serie de asuntos.
Él predijo acontecimientos positivos que impactarían en el futuro de las relaciones con EE.UU. El Departamento de Estado defendió el jueves la invitación de los dos funcionarios sudaneses y enfatizó que sus visitas no implican ningún cambio en la política estadounidense hacia el gobierno de Jartum.
“Esta visita y también las discusiones con el ministro de Exteriores, Karti, son una continuación del diálogo sobre una serie de asuntos de larga duración que afectan al gobierno de EE.UU y al gobierno de Sudán. Es parte de un proceso de compromiso donde elevamos preocupaciones, de las que, ciertamente, somos conscientes. Y nosotros los involucramos de una manera sincera y habitual para discutir esta gama de cuestiones”, dijo la portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Marie Harf.
Sudán está en la lista norteamericana de países que apoyan el terrorismo desde 1993 y también sujetos a sanciones económicas desde 1997.
Washington admite que la cooperación de Sudán en la lucha contra el terrorismo, sin embargo, va unida a nuevas condiciones para normalizar los vínculos relacionados con el final de los conflictos en Darfur, el Nilo Azul y Kordofán del Sur.
Los funcionarios sudaneses sin embargo, insisten que los temas de las relaciones bilaterales deberían ser discutidos sin interferir en los asuntos internos de Sudán.
El enviado especial de EE.UU a Sudán, Donald Booth, ha visitado Jartum dos veces desde su nombramiento en 2013 donde recibió una fría acogida por parte de los funcionarios sudaneses, según se informa con el rechazo de Jartum a recibirle.
Sudan Tribune