El presidente francés, Emmanuel Macron, durante una rueda de prensa este jueves anunció que Francia iniciará una retirada gradual de sus tropas en la región del Sahel, poniendo fin de esta manera a su Operación Barkhane que permanece activa en la región desde el 1 de Agosto de 2014. También añadió que el plan sería reemplazar las tropas francesas con una misión internacional más amplia. “Realizaremos la retirada de una manera organizada”, afirmó el presidente, explicando que los detalles de este plan serían concretados a final del presente mes.

La Operación Barkhane, con su sede de operaciones en Yamena, dio continuidad a la presencia militar de Francia en la región, que ya intervino en Malí con la Operación Serval, en Costa de Marfil con la Operación Licorne o en Chad con la Operación Épervier. El objetivo de esta operación, al igual que el de su predecesora, era luchar contra la insurgencia yihadista. La actividad yihadista es uno de los principales problemas que enfrenta Malí y sus países vecinos de Chad, Burkina Faso, Mauritania y Níger, que reciben el nombre de G5 Sahel. Otros países cercanos, como Benín, también podrían llegar a verse afectados por este fenómeno.

Según el presidente Macron, Francia ha dialogado con socios europeos y africanos para una implementación adecuada del plan, con el fin de no dejar espacio para la acción de los islamistas.

«Mantendremos un pilar antiterrorista con una fuerza especial de algunos cientos de efectivos… habrá un segundo pilar que será el de la cooperación, que necesitaremos mejorar».

Actualmente, Francia tiene desplegadas en la región 5.100 tropas que proporcionan apoyo aéreo, logístico y de vigilancia, y se encargan del entrenamiento de los soldados malienses. La declaración de retirada de la Operación Barkhane ya se había adelantado hace unas semanas, cuando Macron arremetió contra el golpe militar de Assimi Goita en Malí. Unos días después anunció la suspensión de los ejercicios militares conjuntos y el cese del asesoramiento militar debido a la incapacidad de la junta militar de dar garantías para el plan de transición hacia el gobierno democrático.

Macron informó el jueves que Francia no podría continuar trabajando con los gobiernos de los países del Sahel que estuvieran dispuestos a negociar con los militantes islamistas. El coronel Goita nombró hace unos días a Choguel Kokalla Maïga como primer ministro del país. Maïga es conocido por haber promovido en el pasado la idea de un diálogo con los grupos yihadistas.

La decisión de retirada de las tropas francesas no responde solamente al descalabro político en el seno de algunos países como Malí o Chad, sino también debido a la presión interna en Francia. Desde el lanzamiento de la Operación Barkhane se han perdido a más de 40 soldados franceses y a cientos de tropas del ejército maliense.

La actividad islamista en la región del Sahel es un fenómeno que prevalece. En las últimas semanas se han incrementado los episodios de violencia yihadista en Burkina Faso y Malí. A pesar de que la presencia de Francia ha resultado ser, en cierta manera, positiva para la lucha contra los grupos yihadistas, ha aumentado el sentimiento contra la implicación militar francesa en la región, sobre todo tras el golpe militar en Malí.

Fuente: The East African-The North Africa Journal

[Traducción y Edición, Omar Benaamari Hedioued]

[Fundación Sur]

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