Expertos militares de África, Naciones Unidas, Estados Unidos y Europa han elaborado planes preliminares para recuperar el norte de Malí, de los rebeldes relacionados con Al Qaeda. Se ha citado a algunos funcionarios africanos diciendo que el plan implica una fuerza de más de 4.000 hombres, la mayoría de los países del África occidental. “Se utilizarán todas las opciones militares por tierra y aire”, declaró una fuente anónima.
La crisis de Malí se ha convertido en un problema de seguridad para los gobiernos del África occidental, preocupados por si su vasto desierto puede convertirse en un campo de entrenamiento para militantes. Malí, que había llegado a ser un ejemplo de democracia en África, cayó en el caos después de un golpe de estado, que se produjo en marzo, en la capital, Baamako, que derrocó al presidente Amadou Toumani Toure, y allanó el camino para que los rebeldes se hicieran con el control del norte del país.
Expertos militares internacionales han elaborado un plan durante una reunión de una semana de duración celebrada en Bamako y lo han presentado ante el bloque regional de países del África occidental, ECOWAS, para su aprobación, el día 6 de noviembre. El plan será después revisado por el Consejo de Seguridad de la ONU, a mediados de noviembre, estableciendo el escenario para la acción. “Debemos responder con todo detalle ante el Consejo de Seguridad sobre la logística, los tiempos, el tamaño y la financiación para el despliegue de esta misión”, afirmó Desiré Ouedraogo, presidenta de la Comisión de ECOWAS, ante los planificadores militares, en una ceremonia celebrada el día 6 de noviembre. “Así, sus conclusiones serán cruciales en la siguiente etapa de este plan, al hacer que el Consejo de Seguridad de la ONU adopte una nueva resolución que autorice el despliegue”. El Consejo de Seguridad dio a los líderes africanos 45 días, a partir del 12 de octubre, para elaborar un plan para la intervención militar, que permita retomar el control del norte de Malí.
Los diplomáticos dicen que esta operación va a llevar meses hasta su implantación. Mientras que los esfuerzos regionales e internacionales para abordar la situación han sido obstaculizados por las divisiones sobre hasta dónde llegar con las negociaciones con los rebeldes, se está llegando al consenso sobre que es inevitable una intervención militar.
Representantes del grupo islamista Ansar Dine quieren negociar con el mediador regional, Blaise Compaore, el presidente de Burkina Faso. Ansar Dine también ha enviado delegados para mantener conversaciones con la potencia regional, Argelia, en un aparente esfuerzo por evitar una intervención.
La fuente, presente en la reunión de planificación, dijo que se establecerá un cuartel militar para la misión en Koulikoro, a unos 60 kilómetros de Bamako. LA consultoría estadounidense Stratfor, afirmó que es probable que una intervención expulse a los rebeldes relacionados con Al Qaeda fuera de sus fuertes, que ahora son Tombuctú, Gao y Kidal, hacia las montañas de Malí y Níger, donde su influencia puede ser contenida. El ex poder colonial, Francia, ha respaldado abiertamente una acción militar. Estados Unidos, que llevan un año trabajando junto al ejército de Malí, para combatir la rama relacionada con Al Qaeda en el Sáhara, ha pedido precaución, y ha pedido que se celebren antes unas elecciones, para reforzar el liderazgo político.
(African News Agency, 07-11-12)
