“Por lo menos 22 detenidos escaparon, algunos de ellos terroristas, y tres guardias murieron”, según datos oficiales del gobierno nigerino difundidos pocas horas después del motín en la cárcel civil de Niamey, inducido según las primeras reconstrucciones por el grupo extremista Boko Haram, activo en la vecina Nigeria. Las autoridades informaron de un intento de evasión por parte de “un grupo de detenidos ya condenados por terrorismo dijo el ministro de Justicia Marou Amadou, quien agregó que “pudieron contar con complicidad externa porque se introdujeron armas en la cárcel”.
Entre los fugitivos hay un tal Shedani, un terrorista oriundo de Mali que desde hacía varios años se encontraba en la cárcel civil de Niamey tras ser condenado por la muerte de cuatro soldados sauditas en un ataque contra el convoy a bordo del cual viajaban cerca de la frontera en el 2009. El mismo Shedani fue declarado culpable del asesinato de un ciudadano estadounidense en un bar de Niamey en el año 2000. “Las fuerzas policiales de Níger lo están buscando activamente”, aseguró Amadou, precisando que “fue Shedani quien mató a los tres guardias” durante el tiroteo que se produjo en la cárcel. Fuentes locales de seguridad destacaron que “los prisioneros fugitivos representan un peligro para toda la región”.
El motín del sábado se produjo diez días después del doble atentado suicida –el primero que se ha cometido en el territorio de Niger– en las ciudades septentrionales de Agadez y Arlit, que costó la vida a 25 personas. Los atentados del 23 de mayo fueron reivindicadas por dos grupos yihadistas: el Movimiento por la Unidad y la Yihad en África Occidental (MUJAO), un grupo islamista relacionado con Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), y la ‘Brigada de los que Firman con Sangre’ (Katiba al Mulathamin) del miliciano argelino Mokhtar Melmokhtar. Ambos grupos amenazaron con llevar a cabo “nuevos ataques contra todos los países que actúan militarmente en Mali, y no sólo en Níger”. Más allá del conflicto en la vecina Mali, en la que Níger tiene presencia militar, el presidente Mahamadou Issoufou había relacionado el doble atentado con “atacantes y armas provenientes de Libia, que sigue siendo elemento de desestabilización para toda la región del Sahel”
(MISNA 03 Junio 2013)