La decisión de Estados Unidos de aprobar un acuerdo de inversión con Ruanda, el primero con el país africano desde 1998, se considera una victoria política del presidente Kagame, que ha estado muy ocupado cerrando acuerdos con las naciones más poderosas.
El día 10 de octubre, el Senado de Estados Unidos aprobó el Tratado de Inversión Bilateral entre Ruanda y EEUU, BIT, iniciado por el ex presidente George W. Bush, y el presidente Kagame en 2008.
El acuerdo, anunciado después de que Kagame visitase EEUU, llega días después de que el líder ruandés visitase Francia, el primer viaje del jefe de estado ruandés a Francia, desde el genocidio del 94.
El tratado BIT es un acuerdo legal entre EEUU y otra nación, que pretende impulsar el comercio entre los dos países, proporcionando protección legal para ambos países, incluida la transparencia en el gobierno y el arbitraje neutral.
Interés estratégico
Establece reglas que protegen los derechos de los inversores estadounidenses en el extranjero y da acceso al mercado para futuras inversiones de EEUU.
Por lo general, los BIT también ayudan a promover los intereses estratégicos de Estados Unidos, requiriendo la adopción de políticas basadas en el mercado. A cambio, un país que firme un BIT con EEUU tiene muchas probabilidades de obtener mayores inversiones.
Solamente otros cinco países subsaharianos han firmado BIT con EEUU, son Camerún, los dos Congos, Mozambique y Senegal.
EEUU está explorando la posibilidad de llegar a este tipo de acuerdos con Gabón, Ghana, Mauricio y Nigeria, y colectivamente con los estados miembros de la EAC, Comunidad de los Estados del África Oriental.
Consecuencias de genocidio
La administración Obama considera al líder ruandés una fuerza de estabilidad y progreso económico en el África Central y Oriental.
Pero el régimen de Kagame también tiene críticas en EEUU. Grupos de derechos humanos acusan a Kagame de silenciar a los oponentes políticos con métodos brutales y de actuar más como un líder autocrático que como uno democrático.
Grupos de la oposición ruandesa en la diáspora salieron a la calle en París para protestar por la visita del ruandés, lanzando acusaciones similares contra él, y recordando los numerosos informes oficiales y judiciales publicados hasta la fecha que le acusan de genocidio y crímenes contra la humanidad, cometidos en Ruanda y la vecina República Democrática del Congo.
(Africa Review, Kenia / otras fuentes, 09-10-11)