La presencia de yihadistas deja a 2.000 estudiantes sin la posibilidad de asistir a la escuela.
Los yihadistas acaban de lograr un importante golpe al privar a una escuela, de aproximadamente 2.000 estudiantes, la posibilidad de abrir sus puertas casi durante una semana en el noreste de Bamako, la capital de Malí. Los fundamentalistas, que son tan inflexibles en su visión de Dios, quieren imponer la educación religiosa a estos jóvenes aprendices. La información proviene de algunos maestros y funcionarios electos locales.
Para ser escuchados, los terroristas no dudaron en desembarcar en el lugar, traumatizando a todos los que encontraron en su camino. Según un maestro de Toubakoro (cerca de la ciudad de Banamba, a unos 140 km al noreste de Bamako), «los yihadistas llegaron la semana pasada en una motocicleta a nuestro pueblo y nos reunieron a todos en una mezquita». También agregó que «los yihadistas armados han pedido cerrar todas las escuelas donde se enseñe francés y ahora se enseñara el Corán». Para finalizar el maestro afirma que «claramente han amenazado con juzgar y castigar a los que no respeten la nueva ley».
Las fuentes revelan que los yihadistas son miembros del infame Amadou Koufa, el predicador Fulani ultraradical cuyo grupo apareció en 2015 al este de Banamba en el centro de Malí. La semana pasada se observó el mismo proceso de amenazas en Dandougou, Balala y Ngounado, vecino de Banamba.
Aboubacar Ndiaye, un representante local declaró que «Hoy en día, más de 20 escuelas están cerradas en cinco localidades. Cerca de 2.000 estudiantes ya no asisten a la escuela. Hay pánico entre la población de estas localidades. Esto es preocupante, porque está a menos de 200 km de Bamako».
Fuente: Africanews.com
[Edición y traducción, Judit Serra Ballester]
[Fundación Sur]
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