Hoy se marca el final del undécimo brote de la enfermedad por el virus del Ébola en la República Democrática del Congo (RDC), casi seis meses después de que se registraran los primeros casos en la provincia de Equateur. El brote se produjo tanto en comunidades esparcidas por la selva tropical, como en áreas urbanas densas, lo que generó desafíos logísticos. Estos desafíos se superaron gracias al liderazgo del gobierno y las comunidades locales, con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus socios.

La OMS elogia a todo el personal que ha participado y a todos aquellos que han seguido incansablemente los casos y proporcionado tratamiento, involucrando a las comunidades e inmunizando a más de 40.000 personas en alto riesgo, y agradece su apoyo a una amplia gama de socios. Los vacunadores utilizaron una innovadora cadena de frío para mantener las vacunas contra el Ébola a temperaturas de -80 ° Celsius. Los refrigeradores ARKTEK mantuvieron las vacunas a temperaturas muy bajas en la misión durante más de una semana, lo que permitió a los socorristas inmunizar a las personas en comunidades sin electricidad.

El Dr. Matshidiso Moeti, Director Regional de la OMS para África, declaro; “Abordar uno de los patógenos más peligrosos del mundo en comunidades aisladas y de difícil acceso demuestra lo que es posible cuando la ciencia y la solidaridad convergen […] La tecnología utilizada para mantener la vacuna contra el Ébola a temperaturas extremadamente bajas será útil cuando se trata de llevar la vacuna COVID-19 a África. Combatir el Ébola junto con la COVID-19 no ha sido fácil, pero la mayor parte de la experiencia adquirida con una enfermedad se puede transferir a otra y subraya la importancia de invertir en la preparación para emergencias y el fortalecimiento de las capacidades locales».

La epidemia, declarada el 1 de junio de 2020 en el oeste de la República Democrática del Congo, se produjo cuando otro brote de Ébola se desaceleró en el este del país, antes de ser declarado oficialmente terminado el 25 de junio de 2020. Los dos brotes estaban geográficamente muy distantes entre sí y la secuenciación genética mostró que no estaban relacionados. Al final del actual undécimo brote de Ébola en la provincia de Ecuador, había 119 casos confirmados, 11 probables, 75 personas curadas y 55 muertes.

La provincia de Equateur también fue escenario del noveno brote de Ébola, que se superó en poco más de tres meses en 2018 y resultó en la mitad de los casos. No obstante, la respuesta a este undécimo brote de Ébola ha tenido que lidiar con la actual pandemia de COVID-19, que ha reducido los recursos disponibles y ha creado dificultades de movimiento para los expertos y el equipo. También hubo desafíos relacionados con la gran cantidad de casos en comunidades remotas y a menudo accesibles solo por barco o helicóptero, y en ocasiones la resistencia de la comunidad ralentizó los esfuerzos de respuesta.

Bajo el liderazgo del gobierno de la República Democrática del Congo, la mayoría de las partes interesadas se movilizaron de forma local y rápidamente se pusieron en movimiento, a pesar de los importantes desafíos logísticos y de acceso. Los esfuerzos de vacunación comenzaron solo cuatro días después de que se declaró el brote. Aproximadamente el 90 % de los vacunadores eran de comunidades locales. La respuesta también se ha basado en la experiencia de los trabajadores sanitarios locales que han sido capacitados durante las dos epidemias recientes en la República Democrática del Congo. Las partes interesadas trabajaron en estrecha colaboración con los miembros de la comunidad para promover la comprensión del virus, visitando más de 574.000 hogares y proporcionando a más de 3 millones de personas información de salud relevante y segura.

En el peor momento del brote, más de 100 expertos de la OMS estaban sobre el terreno, apoyando la respuesta del gobierno de la República Democrática del Congo. Ahora que ha pasado la undécima epidemia, depende de nosotros mantener la vigilancia y una supervisión sostenida, ya que siempre es posible que aparezcan nuevos brotes en los próximos meses. En este sentido, la OMS y otros socios están emprendiendo acciones importantes para mejorar las capacidades operativas críticas en la provincia de Equateur, incluida la capacitación del personal de primera línea.

El fin de esta epidemia nos recuerda que los gobiernos y sus socios deben seguir centrando su atención en otras emergencias, mientras continúa la lucha contra el COVID-19. Se necesitan más inversiones para fortalecer las capacidades básicas de los países para implementar el Reglamento Sanitario Internacional. La mejora de la preparación dará como resultado una mejor respuesta a las amenazas derivadas de enfermedades propensas a epidemias y mitigará su impacto social y económico.

Fuente: OMS

[Fundación Sur]

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