El tribunal supremo de Nigeria ha confirmado la elección del presidente Umaru Yar’Adua, dándole mandato para liderar el país más poblado de África a través de una crisis financiera global y la caída de los precios del petróleo.
El tribunal, dividió con 4 a favor y 3 en contra, rechazó las acusaciones de los dos principales rivales, en las elecciones presidenciales de abril de 2007, quienes, junto con observadores nacionales e internacionales, alegaron fraude generalizado en las votaciones.
“En suma. Esta acusación se suspende y rechaza. De acuerdo con ello, Umaru Yar’Adua, y el doctor Goodluck Jonathan son el presidente y el vicepresidente de la República Federal de Nigeria”, leyó el juez del Tribunal Supremo, Niki Tobi, en nombre de la mayoría.
La tan esperada decisión termina con dos años de batallas legales que han limitado la autoridad de Yar’Adua y han desconcertado a los inversores extranjeros en la segunda economía más grande del África subsahariana.
“Supongo que es positivo porque ayuda a deshacerse de cualquier incertidumbre política”, declara Razia Khan, jefe regional de África de las investigaciones del centro “Standard Chartered”, “pero no creo que a nivel práctico esto vaya a cambiar tanto”.
Con estas cuestiones legales a sus espaldas, Yar’Adua se enfrentará a la creciente presión para cumplir con sus promesas de campaña como el sector de la energía en el país, de penosa calidad, y mejorar la situación en el estado del Delta del Níger, rico en petróleo.
Los más críticos de Yar’Adua creen que ha actuado demasiado lento en las reformas, señalando el largo retraso en redactar el borrador del presupuesto para 2009, o la elección de un nuevo consejo de ministro y la modernización del sector de la energía.
El presidente también debe gestionar la economía, en gran medida todavía no afectada por la crisis financiera global, pero que se enfrenta a un crecimiento más lento, debido a la caída de los precios del petróleo. Casi el 80 % de los ingresos del gobierno provienen del sector petrolero de este país miembro de la OPEC.
El tribunal ha decretado que el gobernante militar, Muhammadu Buhari, y el exx vicepresidente, Atiku Abubakar, los dos principales candidatos a la presidencia de dos partidos de la oposición, en 2007, no han presentado suficientes pruebas para demostrar que las votaciones de abril de ese año, tuvieron tantos errores que no son creíbles.
Las elecciones supusieron el primer traspaso de poder de un líder civil a otro, en el mayor productor de petróleo de África. Nigeria, marcada por décadas de dictadura corrupta y gobierno militar, desde su independencia de Gran Bretaña, en 1960, volvió al gobierno civil en 1999.
(IOL, 16-12-08)