El Ministro de Justicia y fiscal General de Ruanda, Tharcisse Karugarama, ha expresado su decepción ante otra decisión tomada por el Tribunal Criminal Internacional para Ruanda, ICTR, de no transferir a un sospechoso de genocidio, Gaspard Kanyarukiga, a Kigali, el segundo veredicto de este tipo en una semana.
El tribunal de Naciones Unidas con sede en Arusha, Tanzania, rechazó el día 6 de junio la petición de trasladar el juicio de Kanyarukiga a su país, por temor a que no tuviese un juicio justo.
El pasado 28 de mayo, el tribunal de Naciones Unidas también se negó a transferir a otro sospechoso acusado de genocidio y crímenes contra la humanidad, Yussuf Munyakazi, aludiendo que Ruanda todavía no tiene los mecanismos suficientes para ofrecer un juicio justo a los casos más notorios.
En reacción a esta decisión, el Ministro ha declarado que no sólo es escandaloso y decepcionante, sino que carece de toda lógica legal.
Ruanda abolió el año pasado la pena de muerte, por ser un requisito indispensable para la trasferencia de sospechosos al país, para ser juzgados, pero el ICTR considera que Ruanda todavía debe aprobar provisiones legales claras sobre la condena rechazada.
En teoría, se supone que el ICTR, que debería terminar su mandato a finales de 2008, debe trasferir ciertos sospechosos para que sean juzgados en sus jurisdicciones nacionales. El pasado 4 de junio, el Presidente del ICTR, Dennis Byron y el Fiscal del mismo tribunal, Hassan Bubacar Jallow, han pedido al Consejo de Seguridad de la ONU que amplíen su mandado hasta finales de 2009.
(African Press Agency, 10-06-08)