La masacre de elefantes africanos y el comercio de marfil en China están absolutamente «fuera de control» y podrían causar la extinción de los elefantes, que viven en estado salvaje, dentro de una generación, según la investigación de la ONG Save the Elephants y la Fundación Aspinall.
Según el informe de las ONG, más de 100. 000 elefantes fueron asesinados entre 2010 y 2012 en África, mientras que cantidades cada vez más grandes de marfil se venden en las numerosas tiendas en China.
Las ONG ven en China a los responsables de la desaparición de los elefantes y piden a Pekín que tome inmediatamente cartas en el asunto. Iain Douglas-Hamilton, fundador de Save the Elephants, declaró: «Si China no está dispuesta a terminar con la demanda de marfil, los elefantes africanos podrían extinguirse de la naturaleza dentro de una generación».
«El aumento de la demanda de marfil en China donde el precio, al por mayor, de los colmillos de elefante se ha triplicado en estos últimos 4 años, desde 2010, ha provocado una expansión del comercio de contrabando de marfil, lo que conlleva a la muerte de cada vez más elefantes africanos «, explican las ONG en su informe, publicado el martes 9 de diciembre en Nairobi.
En Asia, el marfil es apreciado no sólo como elemento decorativo, sino también por sus supuestas propiedades medicinales.
Los investigadores de dos ONG visitaron decenas de tiendas y de fábricas en China, primera central de procesamiento de marfil del mundo y el mayor importador de marfil ilegal.
Según ellos, entre 2004 y 2013, el número de comercios de marfil con licencia aumentó de 31 a 145 y el número de procesadores de 9 a 37. La venta ilegal en negocios sin licencia creció al mismo ritmo. El precio del marfil en China pasó de 550 euros por kilo en 2010 a 1.540 euros en 2014.
Después de la prohibición, en 1989 del comercio internacional de marfil, la industria de su procesamiento en China estaba moribunda. La venta, con el visto bueno de la CITES, la organización internacional para la protección de las especies amenazadas, de 62 toneladas de marfil de África meridional a China en 2008 y el enriquecimiento de la población China hizo explotar la demanda y ha resucitado el sector.
[Fuente: notreafrik.com-Fundación Sur]
