Las autoridades del Sur de Sudán han ordenado a 170 monitores del censo que regresen a Jartum, acusándoles de interferir en la importante labor de recuento para el censo, que ayudará a determinar cómo está repartida la riqueza y el poder en el país más grande de África.
Los monitores eran parte del equipo nacional y de los observadores internacionales, nombrados por el Gobierno central de Jartum, la mayoría provenientes del norte de Sudán, según un alto cargo del censo del Sur, que asegura que el equipo de monitores enviado por Jartum de manera reconocida es de 25 no de casi 200, “los demás no sabemos quiénes son ni de dónde vienen, así que les hemos dicho que se vayan y que dejen de interferir en la elaboración del censo”. Las autoridades les han enviado de vuelta a Juba, la capital de la región semi autónoma del Sur, “por su propia seguridad, para que se vuelvan al norte”.
El primer censo de Sudán, desde que se firmase el acuerdo de paz de 2005, que terminó con la guerra civil más larga de África, comenzó a elaborarse el pasado día 22 de abril. Estaba previsto que durase dos semanas y es uno de los principales requisitos para la celebración de unas elecciones previstas para 2009, las primeras del país en 23 años.
(Sudan Tribune, 29-04-08)