El robo de los 700 millones de Francos Cefas , por Radio Macuto

10/09/2013 | Bitácora africana

Cristóbal Mañana, uno de los pocos hombres íntegros y honestos del régimen corrupto y asesino de Guinea Ecuatorial, fue la persona que, en colaboración con la FIFA, impulsó la idea de la construcción de los estadios de fútbol de Malabo y Bata cuando era ministro de Juventudes y Deportes en nuestro país.

Todo empezó con normalidad como en cualquier país bien organizado, ya que el ministro empezó convocando a todas las empresas:

constructoras ubicadas en el país a través de la radio y la televisión, para que las empresas que quisieran optar a dichas obras se presentasen en el Ministerio de Educación, previo pago de un millón de francos a las “arcas del Estado” para así poderse ganar las licitaciones.

La cosa empieza a torcerse cuando el dictador Obiang se informa de las licitaciones de las obras. Hay que tener en cuenta que éste controla todo, absolutamente todo, dentro del país donde tiene instalada una amalgama de empresas a nombre suyo, de su mujer y al de muchos de sus familiares.

Así pues, llama al Ministro Cristóbal y le ordena dejar el tema con el fin de que lo llevase su amigo, concuñado y ladrón,Marcelino Abigui, entonces jefe de la oficina de proyectos de la presidencia en Malabo.

Una empresa consigue hacerse con la construcción del Estadio de Malabo a indicación de Abigui y a instancias de su amigo, el dictador de Guinea Ecuatorial.

Entre tanto cesan de sus funciones al Ministro Cristobal, nombrando en su lugar a renglón seguido al ladrón, asesino y testaferro de Teodoro Obiang, al señor Lucas Nguema Esono al cargo del Ministro de Educacion y Deportes. Decimos asesino con acierto por haber sido uno de los instigadores del asesinato de Julian Esono Abaga y del intento de asesinato del cura Pedro Ncogo Eyi. Su currículum incluye el título de narcotraficante por haber sido pillado in fraganti en posesión de narcóticos cuando era secretario de la embajada de nuestro país en Madrid, de donde fue expulsado por el gobierno español.

Lucas, llega al Ministerio y cambia radicalmente las formas y los modos de hacer las cosas, es decir, en lugar de que los empresarios de la construcción se dirijan al Ministerio de Educación la cosa quedó reducida a que todo aquel empresario que quería optar a una obra en licitación como era la construcción del Estadio de fútbol de Bata debía dirigirse personalmente a Lucas, el ladrón, en su casa, como si de un negocio personal se tratara.

La concesión de la licencia para la construcción de dicho estadio con fondos del Estado y de la FIFA la hizo personalmente Lucas Nguema Esono con una empresa china de la cual cobró comisiones por un valor de setecientos millones de francos cfas, más un coche todo terreno con el que se presentó a las elecciones a diputado en aquel año.

Lo que Lucas Nguema Esono no sabía era que su lugarteniente en el Ministerio, es decir, el minisrtro delegado de aquel entonces, el señor Jerónimo Osa Osa Ecoro le estaba pisando los talones recabando toda la información sobre las actividades ilícitas de su superior. Cuando tuvo todo lo necesario, un día de esos, se presentó en la oficina de Lucas con el dossier completo de la estafa bajo el brazo. Le presentó a Lucas el informe y éste reaccionó diciendo que las gestiones habían sido hechas de modo personal por él mismo, con los chinos. Y para sacudirse la acusación le ofreció a Jerónimo hablar con los chinos para que le dieran en soborno a Osa Osa Ecoro la suma de veinte millones de francos cosa que éste se negó a aceptar al considerar que la cifra robada por Lucas era demasiada grande para que él se conformara con tan solo veinte millones.

Osa Osa Ecoro, como es costumbre en Guinea Ecuatorial, optó por lo que hacen todos en circunstancias similares y en otras varias; acusó a Lucas ante el dictador Obiang aprovechando que Lucas había salido de viaje para Cuba y para Torrejón de Ardoz, su feudo, un pueblo de Madrid, España, para ingresar en los bancos españoles los millones robados en Guinea Ecuatorial.

Otra, antes de que Lucas viajara maquiavélicamente al exterior pudo guardarse las espaldas entregando importantísimas cuantías a Teodoro Nguema Obiang(hijo del dictador Obiang), por una parte; por otra, al ministro secretario de la presidencia, el señor Braulio Nsue Ona a fin de que los dos intercedieran por él ante Obiang, el dictador, por si la cosa le salía mal.

El dictador Obiang se enfadó muchísimo y mandó cesar a Lucas Nguema Esono como ministro de Juventudes y Deportes estando todavía de viaje a Cuba y Torrejón(Madrid), donde se quedó un buen tiempo hasta que fue llamado a volver al país y retomar las funciones como miembro del gobierno, pero ya en otro Ministerio.

Así robó Lucas Nguema Esono los setecientos millones de francos cfas al erario público guineano, los tiene a buen recaudo en los bancos de Torrejón de Ardoz. En varias ocasiones se le ha podido ver sacando ese dinero cuando realizaba las obras de construcción de un hotel en Bata en cuya inauguración acudió el mismísimo dictador Teorodo Obiang, señalando como ejemplo de “buen trabajador y buen sirviente” a la patria a Lucas Nguema Esono.

Así es que desde hoy apelamos a la justicia guineana del día después para que se haga cargo de aquel hotel para su posterior subasta por haber sido construido con fondos robados al país y a la FIFA.

Guinea Ecuatorial, de haber sido un país serio y organizado tal vez algún estadio de fútbol de dicho país llevaría hoy en día una placa con el nombre de Cristóbal Mañana, por su honradez y no como lo han hecho en Mongomo poniendo el nombre del estadio de fútbol de aquélla ciudad a Nguema Eneme, cuyo único cometido fue robar ovejas y cabras.

Original en : Radio Macuto

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  • Radio Macuto

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