El primer ministro de Zimbabue, Morgan Tsvangirai, ha declarado el día 7 de marzo que el país debería invitar a los observadores internacionales y a una fuerza de mantenimiento de la paz internacional, para asegurar que las próximas elecciones de Zimbabue sean libres y justas.
Tsvangirai formó un gobierno de coalición con el presidente Robert Mugabe hace un año, para terminar con la crisis económica y política, pero los analistas afirman que la desconfianza mutua y los nombramientos para los cargos estratégicos están retrasando la implantación de las reformas democráticas, que deberán despejar el camino para unas votaciones el año que viene.
Dirigiéndose a los miembros de su partido, Movimiento para el Cambio Democrático, MDC, congregados en un mitin, a las afueras de Harare, Tsvangirai dijo que Zimbabue podría garantizar que se evite la violencia que empañó las previas elecciones parlamentarias y presidenciales, aceptando además de misiones de observadores internacionales, una fuerza de mantenimiento de la paz.
“Traigamos a observadores extranjeros para las próximas elecciones… Podemos hacer uso de las fuerzas de la Unión Africana y de la SADC (Comunidad de Desarrollo del África Austral) para mantener la paz durante el periodo de las elecciones”, dijo.
En 2008, no hubo ninguna fuerza de paz, Mugabe permitió la entrada de los observadores de la SADC y de la Unión Africana, pero se negó a que entraran misiones de los países occidentales, alegando que tenían prejuicios contra su partido, el Zanu PF.
“Queremos una fuerza de mantenimiento de la paz, para poder tener elecciones libres y justas”, añadió.
Tvangirai acusa a Mugabe, que a sus 86 años ha estado en el poder desde la independencia de Zimbabue de Gran Bretaña, en 1980, de haber permanecido en el poder utilizando la violencia y amañando las elecciones, incluidas las de 2008, cuya segunda vuelta boicoteó el MDC alegando la violencia contra sus miembros.
Bajo un acuerdo político global que unió al Zanu PF de Mugabe y al MDC de Tsvangirai en un gobierno de reparto de poder, Zimbabue debe liberar el sector de los medios de comunicación, modificar la constitución y celebrar elecciones en dos años, pero el proceso completo va retrasado meses, con respecto a lo previsto.
El pasado día 4 de marzo, Mugabe dijo que se presentaría a la reelección si su partido le nombraba candidato, acallando las peticiones para que deje paso a un sucesor más joven, después de 30 años en el poder.
Tsvangirai dijo a sus seguidores que el MDC está harto del partido de Mugabe, por las “eternas conversaciones” y disputas en el gobierno de unidad, incluido el reparto de los poderes ejecutivos y el nombramiento de varios altos cargos del estado.
“Estamos cansados de hablar eternamente, Debemos tomar medidas para no seguir con este diálogo por el diálogo”, dijo.
A pesar de la frustración con las tácticas del Zanu PF, Tsvangirai ha dicho que no hay alternativa al actual acuerdo de reparto de poder, que los zimbabuenses esperan que produzca al fin las reformas democráticas necesarias y que lleve a unas elecciones aceptables para todos.
(Mail & Guardian, Suráfrica, 09-03-10)