El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, regresó a Pretoria tras concluir una exitosa visita de Estado a Kenya, donde cumplimentó una invitación de su homólogo Uhuru Kenyatta.
Durante su estancia en Nairobi -desde el lunes- Zuma sostuvo conversaciones productivas con su anfitrión y se firmaron varios acuerdos, según reseñó un comunicado de la Presidencia.
Sudáfrica y Kenya ocupan lugares importantes en sus respectivas áreas geográficas como principales economías, por tanto, los resultados de la visita tendrán un gran impacto en la integración de las dos regiones, afirmó Zuma.
Entre los temas abordados por ambos mandatarios están la cuestión de la migración, cuyo propósito es garantizar el movimiento eficiente de bienes y personas.
También intercambiaron opiniones sobre asuntos regionales, continentales y globales de interés mutuo, en particular la cuestión de la paz y la seguridad en el continente, subrayó el texto.
Sudáfrica -indicó Zuma- se comprometió a seguir contribuyendo en las misiones de paz, incluyendo a Kenya y la región de África oriental, que se han visto afectadas por el terrorismo.
Algunos de los convenios y memorandos de entendimiento rubricados en Nairobi son un pacto sobre exención de visados para los titulares de pasaportes diplomáticos y oficiales; uno para la formación militar, así como de asistencia mutua en aduanas.
Los memorandos se relacionan con cuestiones de cooperación policial y en el campo de la conservación y manejo de la biodiversidad, entre otros.
Para Zuma, la firma de estos instrumentos es un claro indicio de la determinación colectiva de los dos países de llevar sus nexos a un nivel superior.
El gobernante también participó en un foro de negocios, en el cual alentó ‘a más empresas sudafricanas -dijo- a considerar a Kenya como destino de inversión’, y a la inversa.
La visita de Estado fue histórica por constituir la primera de su tipo que realiza un presidente de la nación austral desde el inicio aquí de la etapa de la democracia.
Prensa Latina
Fundación Sur