“Hay una identidad perfecta de visión con el presidente François Hollande. Existen todos los elementos para ir a liberar el norte de Mali, restablecer la integridad territorial y crear las condiciones para un retorno a la democracia”. Lo dijo el presidente nigerino Mahamadou Issoufou al concluir un encuentro con su par francés en el Palacio del Eliseo en París. La crisis que sufre el vecino Malí desde comienzos de este año ha sido uno de los temas centrales del encuentro entre los dos jefes de estado, cuyos países participarán en la intervención militar decidida por la Comunidad Económica de Estados del África Occidental (CEDEAO).
“Hemos realizado una larga reflexión sobre la operación armada. El plan ha sido bien definido (…) Ahora esperamos que sea aprobado cuanto antes por el Consejo de Seguridad de la ONU”, agregó el presidente de Níger, que contribuirá con 500 efectivos. Por su parte la presidencia francesa confirmó el apoyo de “un apoyo europeo al ejército maliense, para el entrenamiento y equipamiento de las tropas de Bamako para que puedan ser protagonistas de primera línea en la liberación de su país”. Tanto Issoufou como Hollande insistieron en la necesidad de un diálogo directo entre el gobierno de transición maliense y todos aquellos representantes de la población del norte “que renuncien a la aplicación de la sharia y respeten la integridad territorial de la nación”. Desde hace diez días e llevan a cabo conversaciones en Uagadugú entre los mediadores de la CEDEAO, los islamistas malienses de Ansar Al Din y los tuaregs del ‘Movimiento Nacional de Liberación de Azawad’ (MNLA).
El otro tema importante que dominó el encuentro de ayer en el Eliseo fue la asociación económica entre Niamey y París, en especial para la explotación del uranio nigerino pro parte de la empresa francesa Areva. Según las autoridades de Niamey, hasta ahora ese recurso solamente contribuyó al 5% de los ingresos fiscales del estado, mientras el país es uno de los principales productores mundiales del mineral. Areva, presente en Níger desde hace más de 40 años, ya había explotado las minas de Arlit y Akokan (en el norte) y antes del fin del 2013 la empresa pretende iniciar sus actividades en Imouraren, la mina a cielo abierto más importante en África occidental y la segunda en el mundo. Mientras tanto la gran mayoría de la población sobrevive en condiciones de extrema pobreza y con carencia de servicios públicos e infraestructuras.
“Ambas partes están determinadas a continuar con la asociación estratégica en una perspectiva equilibrada. Hemos venido aquí para establecer una sociedad entre pares”, aseguró el presidente Issoufou, que asumió el cargo en abril del 2011 y recientemente tuvo que hacer frente a protestas sociales crecientes. Desde París las autoridades nigerinas partieron con una contribución financiera decisiva de los donantes para la realización del ambicioso proyecto nacional de desarrollo económico y social, que tendrá un costo estimado de 12 mil millones de dólares en el trienio 2012-2015.
El mes pasado el ministro de Minas Omar Tchiana hizo notar que “en las últimas décadas perdimos miles de millones de francos CFA que habrían podido servir para el desarrollo de nuestro país. Areva es un socio estratégico, pero la nuestra es una asociación desequilibrada”. El ministro también anunció que las autoridades nigerinas “revisarán los contratos de explotación también en los sectores del petróleo y el oro”. El país se convirtió en productor de petróleo en noviembre pasado y abrió su primera refinería en Zinder (centro-este). El contrato de producción y transformación del crudo se distribuye entre Níger (40%) y la China National Petroleum Corp (CNPC), una empresa pública china, a la que va el 60%.
(MISNA, 16-11-12)
