“Todavía estoy aquí.” Con estas palabras el presidente malgache Hery Rajaonarimampianina se dirigió a los ciudadanos por la televisión nacional, después de que el Parlamento pidiera su destitución.
El Jefe de Estado cuestionó la votación de los diputados y se planteó interrogantes “sobre el cumplimiento de los procedimientos legales y la transparencia”. Rajaonarimampianina dijo que en la votación sólo habrían estado presentes 80 diputados, y no 125, como se había anunciado. De estos, 121 habían votado en contra del presidente, mientras que la mayoría necesaria era de 110.
El Jefe de Estado también respondió a las acusaciones de “alta traición” por las que fue enviado ante la Corte Constitucional (que deberá tomar la decisión final). En su opinión, está pagando su negativa a otorgar ciertos beneficios que habían pedido los diputados. En este sentido, Rajaonarimampianina afirmó que tiene “sospechas de corrupción”.
MISNA (Fundación sur)