El presidente de Kenia, Mwai Kibaki, ha rechazado un intento de los miembros del parlamento de concederse un bono de más de 105.000 dólares cada uno. Los parlamentarios, que ya están entre los mejor pagados de toda África, querían que se les pagara el dinero cuando se disuelva el parlamento, antes de las elecciones, que tendrán lugar en marzo de 2013. Pero su intento provocó protestas de enfado contra las “hienas codiciosas”. El señor Kibaki dijo que el extra era anticonstitucional y el país no se lo podía permitir, dada la situación financiera.
Los 222 parlamentarios de Kenia reciben un salario libre de impuestos de unos 10.000 dólares mensuales. El salario mínimo en Nairobi es de 1.500 dólares al año.
Pero la semana pasada se introdujo una enmienda de última hora a la Ley de Finanzas, que hubiera hecho que recibieran el bonus, de dos millones de chelines kenianos, como un paquete de despido.
Los analistas dicen que es probable que se produzcan subidas de impuestos, para pagar la factura de 23 millones de dólares.
El primer ministro, Raila Odinga, también expresó su oposición al proyecto, diciendo previamente en su twitter: “me gustaría dejar claro, como lo hice este fin de semana pasado, que me opongo al bonus de gratuidad de los parlamentarios”. Según la agencia AFP, alguien que gane el sueldo mínimo en Kenia, tendría que trabajar 61 años para ganar el equivalente al bonus propuesto por los parlamentarios.
(African News Agency, 10-10-12)