El asunto del Arca de Zoé, que enconó las relaciones entre Francia y Chad en 2007, “todavía está pendiente”, según ha declarado el presidente chadiano, Idriss Déby Itno, en una entrevista concedida al diario Jeune Afrique, el día 13 de julio.
“Considero que este asunto todavía está pendiente”, declaró Déby, hablando en particular sobre el plan de indemnización de las víctimas del caso.
En octubre de 2007, seis franceses miembros de una “asociación humanitaria”, El arca de Zoé, fueron arrestados en Chad cuando intentaban repatriar a Francia a 103 niños chadianos, que fueron presentados como huérfanos de Darfur.
Condenados a 8 años de trabajos forzados en Chad, fueron repatriados a Francia, dos meses después, e indultados por el presidente Déby, en marzo de 2008. A partir de entonces, ellos están libres en Francia, aunque están siendo investigados por otras cosas.
“Estoy sorprendido porque estos gamberros se encuentren en libertad, tan pronto como abandonaron Chad. Y que los daños e intereses debidos a las familias de las víctimas no se hayan pagado todavía”, se quejó Déby. “Teniendo en cuenta que el presidente francés Nicolas Sarkozy me había garantizado que su país iba a contribuir a la indemnización de las víctimas”, ha añadido. “Sigo creyendo que Sarkozy hará lo que ha prometido. No puedo pensar ni un solo instante que un jefe de estado que dado su palabra pueda desdecirse después”.
Los seis miembros de El arca de Zoé habían sido condenados por la justicia chadiana a pagar “solidariamente” 6.3 millones de euros a las familias de los 103 niños que habían intentado llevarse a Francia.
Yamena había precisado claramente que la cuestión de los daños e intereses debidos a las familias “no se veían afectados por el indulto”, pero París ha desechado oficialmente la idea de que el estado pueda sustituir a los seis condenados.
Preguntado más generalmente sobre las relaciones con su homólogo francés, el presidente de Chad respondió: “no tengo problemas en las relaciones con Sarkozy. Si bien es cierto que solamente Chirac (el ex presidente de Francia) tuvo una gran facilidad de contacto y de comunicación con los africanos. Él sabía encontrar el lenguaje correcto”.
(Alwihda Actualites, Chad, 10-07-09)
