El presidente de la República, João Lourenço, inició ayer una visita a Francia, con una agenda que incluye la firma de acuerdos en los ámbitos de Defensa y de cooperación económica. Esta es la primera visita a Europa occidental del Jefe de Estado, que también deberá trasladarse a Bélgica.
La visita del Presidente João Lourenço a esos dos países ocurre en un momento en que el Ejecutivo quiere imprimir nueva dinámica a la diplomacia económica, que tiene como uno de los principales vectores la captación de inversión extranjera, en un momento en que es necesario diversificar la economía von la , reducción de nuestra dependencia respecto al petróleo. La diversificación de la economía es asunto que ha merecido especial atención del Ejecutivo, que sigue apostando por atraer al país inversores, que, por su experiencia y conocimiento, pueden ayudarnos, a través de proyectos productivos, a salir de la crisis económica y financiera .
Tenemos un vasto territorio con inmensas potencialidades económicas, es importante que nuestra diplomacia económica sea agresiva para convencer a los inversores para que traigan al país capitales para el desarrollo de diversas áreas de nuestra economía real.
Es necesario llevar a cabo un trabajo persistente de comunicación en el exterior del país, a fin de que los potenciales inversores conozcan bien nuestra realidad, para tener información que les permita conocer las oportunidades y el ambiente de negocios que Angola les puede ofrecer. Comunicar mejor con potenciales inversores debe ser la divisa de nuestras representaciones diplomáticas. Los diplomáticos deben estar alineados con el programa económico del Ejecutivo, para estar siempre en condiciones de transmitir a potenciales inversores mensajes correctos, en interés de todos los angoleños.
El presidente de la República, con esta primera visita oficial a Francia y Bélgica, inaugurará en el viejo continente una nueva forma de estar en la diplomacia. Se pretende una diplomacia que sepa actuar con alto nivel de eficiencia y eficacia, sobre la base de estrategias claras y que deben ser previamente definidas para servir de patrón a nuestros diplomáticos, en el ejercicio de sus funciones.
Nuestros diplomáticos en el exterior del país deben, también, como servidores del Estado, trabajar en el sentido de contribuir al crecimiento de nuestra economía. Nuestro crecimiento económico y desarrollo no es asunto que se refiere sólo a los servidores del Estado que trabajan en Angola. Nuestros diplomáticos deben ser parte de la solución de muchos de nuestros problemas económicos, a través de una diplomacia económica centrada en la diversificación de la inversión privada extranjera, porque tenemos muchos sectores productivos por potenciar.
Fuente: Jornal de Angola
[Fundación Sur]
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