Hakainde Hichilema, principal líder la oposición en Zambia, afirmó el pasado martes que fue agredido por la policía cuando varios agentes se presentaron en su domicilio para detenerle por haberse negado a ceder el paso a la caravana del presidente Edgar Lugu. El incidente se produjo cuando ambos se dirigían a participar en una ceremonia tradicional.
El líder del Partido Unido por el Desarrollo Nacional (UPND, por sus siglas en inglés), compareció ante un tribunal de magistrados por los múltiples cargos a los que se enfrenta en relación con el presunto incidente con la caravana presidencial ocurrido el fin de semana del 8 de abril. Entre esos cargos, Hichilema se enfrenta al de traición, por el que compadecerá más adelante frente al Tribunal Supremo.
La detención se produjo el 11 de abril e Hichilema asegura que fue agredido por los agentes que usaron gases lacrimógenos contra él. «Fuimos atacados por criminales con uniformes de la policía», declaró «aparecieron sin ninguna orden de registro».
Su abogado, Jack Mwiimbu, acusó a la policía de usar una fuerza excesiva durante el arresto y de «torturar» bajo custodia a tres ayudantes de Hichilema que habían sido arrestados el día anterior. «Los agentes rociaron gas pimienta en los genitales, boca y oídos de los detenidos», denunció Mwiimbu ante el tribunal.
Por otro lado, Mwiimbu informó a la corte de que, desde su aresto, a su cliente se le había negado su derecho a un representante legal y a visitas familiares.
Hichilema ya ha intentado impugnar, sin éxito, la victoria de Lungo en las elecciones de agosto en varias ocasiones. Asegura que el voto fue manipulado y acusa a Lungu de provocar un enfrentamiento político sin precedentes en el país sudafricano, conocido por su relativa estabilidad.
El arresto ha sido fuertemente condenado por grupos civiles y comentaristas políticos.
Olusegum Obasanjo, presidente de Nigeria, ha sido el único líder africano que se ha manifestado sobre la detención, exigiendo al gobierno de Zambia «aplicar lo dictaminado por el estado de derecho en el trato con Hichilema». Por su parte, el gobierno zambiano, en boca de su portavoz, Amos Chanda, ha calificado la «intromisión de Obasanjo» de inaceptable.
Chanda acusa a Obasanjo de no ser «sincero» y de estar intentando, junto a otros activistas anónimos, forzar la salida de Lungu del poder para beneficiar a la oposición. «No podemos seguir su consejo. Que se vayan al infierno», sentenció Chanda.
Por su parte, el Presidente Lungo se ha comprometido a no interferir en el juicio.
Fuente: New Vision
[Traducción y edición, Sarai de la Mata]
[Fundación Sur]
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