El karité es un árbol frutal del África Occidental que puede llegar a vivir varios cientos de años. Se encuentra a menudo en el monte, de forma natural, ya que es muy difícil de cultivar. Tradicionalmente, este árbol es muy apreciado ya que la manteca vegetal que produce es una de las pocas grasas disponibles para la alimentación y el cuidado personal. Es un árbol muy resistente que sobrevive al desierto y desempeña un papel ecológico clave en la protección de los ecosistemas locales. Hoy en día, la manteca de karité se está utilizando, de manera creciente, en la industria cosmética de todo el mundo ya que sus beneficios para la piel son innumerables.
Quinto productor mundial, Costa de Marfil produce más de 40.000 toneladas de manteca de karité. Teniendo en cuenta estos datos queda clara la necesidad de modernización de este sector en el país. El objetivo es reagruparse, formar a los agricultores y a todas las personas involucradas en el sector.
Este proyecto cuenta con estructuras de apoyo, como la Dirección de las Organizaciones Profesionales Agrarias (DOPA), la Cámara de Agricultura y el Fondo Interprofesional para la Investigación Agrícola (FIRCA). Se trataría de seguir el mismo modelo que, en su momento, siguieron el café y el cacao para que, a corto plazo, la manteca de karité pueda ofrecer a los productores un mejor medio de vida y convertirse en una mayor fuente de ingresos para Costa de Marfil.
[Fuente: http://lentrepreneuriat.net-Fundación Sur]