Las usualmente bulliciosas calles de Kinshasa estaban relativamente silenciosas y múltiples negocios permanecían cerrados siguiendo una decisión gubernamental de prohibir las manifestaciones de la oposición. El principal partido de la oposición de la República Democrática del Congo, la Unión para la Democracia y el Progreso Social (UDPS), había llamado a sus simpatizantes a una manifestación a nivel nacional contra el presidente Joseph Kabila el lunes.
El transporte público también estaba limitado debido a que los autobuses privados prefirieron no circular, a diferencia de los públicos, que actuaron con normalidad. Hay informes de presencia militar y de la policía antidisturbios desplegada en una de las mayores intersecciones del país, cerca de la universidad de Kinshasa.
» Esta prohibición muestra lo preocupado que está el gobierno del descontento a gran escala» opina Phil Clark, un politólogo del SOAS (institución para los estudios de Asia, África y Oriente Medio de la Universidad de Londres). «Kabila sabe que la rabia está creciendo en las calles y que la gente se está enfadando cada vez más con los retrasos de las elecciones». La fuerza de paz de Naciones Unidas MONUSCO ha realizado una declaración de prensa llamando al presidente Kabila a respetar el intercambio de poderes.
El acuerdo para repartir los poderes indica que Kabila debería nominar a un primer ministro de la oposición. El gobierno de Kabila debería haber finalizado el año pasado, pero la comisión electoral canceló las elecciones por problemas logísticos y financieros.
La policía congoleña ha dicho que las protestas serían consideradas ilegales. También ha avisado que cualquier reunión de más de 10 personas será dispersada. Esto viene después de que Bruno Tshibala fuera elegido como primer ministro por Kabila, siguiendo el acuerdo de reparto de poderes. Pero el nombramiento de Tshibala ha sido criticado por parte de la oposición como una «recompensa por la traición».
Tshibala fue miembro del UDPS pero fue expulsado del partido por la disputa que hubo sobre el mejor candidato para suceder al lider de la UDPS, Etienne Tshisekedi, después de su muerte en Febrero. «El nombramiento de Tshibala es un intento deliberado de dividir a la oposición» dice Clark. El problema para Kabila es que Tshibala no es una figura popular, la mayoría de la gente creía que el hijo de Tshisekedi debería haber sido nominado como primer ministro.
Mientras tanto la violencia continua aumentando la provincia de Kasai. Al menos 60 personas fueron asesinadas durante el fin de semana en enfrentamientos entre fuerzas del gobierno y el grupo miliciano Kamwena Nsapu. De acuerdo con las autoridades locales, la mayoría de los asesinados eran miembros de Kamwena Nsapu. El 6 de abril, Kabila declaró a la región zona militar y prometió aplastar la rebelión. La insurgencia se ha extendido a otras cinco provincias y se ha convertido en uno de los mayores desafíos de Kabila. El grupo se opone a lo que considera una «dominación política injusta» en la región.
Cientos de personas han sido asesinadas en enfrentamientos esporádicos y al menos 200.000 personas han sido forzadas a abandonar sus hogares.
Chrispin Mwakideu
Fuente:AllAfrica
[Traducción y edición, Fernando Martín]
[Fundación Sur]
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