El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó ayer la solicitud de préstamo de emergencia para Nigeria de 3.400 millones de dólares para ayudar al país a hacer frente al impacto de la pandemia del COVID-19. El préstamo, que se devolverá en un plazo de cinco años, es la mayor asignación hasta la fecha por parte del FMI a un país africano para contener la pandemia. Golpeada por el desplome de los precios del petróleo y los cierres de fronteras, Nigeria solicitó la cantidad, el total de su participación existente con el FMI, en el marco del Instrumento de Financiación Rápida, que ofrece financiación sin la cadena de un programa completo. Sin el préstamo, la economía de Nigeria podría reducirse drásticamente, ya que el desplome del precio del crudo, que representa más de la mitad de los ingresos del gobierno y el 90 por ciento de las exportaciones, ha dificultado la financiación del presupuesto de 2020. La Directora Gerente del FMI, Kristalina Georgieva, había asegurado la semana pasada que el fondo movilizaría más de 18.000 millones de dólares para más de 40 países africanos que solicitaran asistencia para combatir la pandemia. Hasta el 15 de abril de 2020, hasta un centenar de países se habían acercado al FMI para obtener un apoyo similar en el marco de su instrumento de financiación rápida. Instaron al fondo a aumentar la respuesta a la crisis de los mercados emergentes y los países en desarrollo a fin de mitigar el impacto de la pandemia.

De esta forma el Senado otorgó ayer una aprobación a la solicitud del presidente Muhammadu Buhari de acceder a un nuevo préstamo de 850 mil millones de nairas del mercado de capitales nacional. La concesión se produjo menos de cinco minutos después de que el presidente del Senado, Ahmad Lawan, leyera la solicitud a los legisladores en la sesión plenaria. Para lograr la aprobación inmediata el Senado suspendió una de sus reglas permanentes, que estipula que dicha solicitud sea remitida al comité correspondiente para una deliberación parlamentaria exhaustiva. El presidente lamentó la incapacidad del Gobierno Federal para solicitar el préstamo del mercado internacional de capitales, lo que según él habría sido más beneficioso. También llamó la atención del Senado sobre las disposiciones del presupuesto nacional de 2020, que facultó al gobierno para recaudar el préstamo para financiar el presupuesto de capital. Señaló que, aunque «el endeudamiento externo del mercado internacional de capitales aumenta las reservas externas de Nigeria, proporciona acceso a costos más bajos, así como evita la atracción de prestatarios del sector privado que también desean acceder al mercado de capitales nacional, la evolución reciente del entorno económico mundial como resultado de la pandemia del coronavirus y la disminución de los precios internacionales del petróleo han hecho menos atractivo pedir prestado a los mercados internacionales de capitales en este momento». Sin embargo, sigue siendo nuestra intención de acceder al mercado internacional de capitales cuando las condiciones mejoren para refinanciar este dinero procedente de nuevos préstamos».

Buhari informó al Senado que había «instado al ministro de Finanzas, Presupuesto y Planificación Nacional a ponerse a disposición para proporcionar cualquier información o aclaración adicional que pueda requerir». Tras la aprobación del Senado, Lawan ordenó al Comité de Finanzas del Senado que se pusiera en contacto con el ministro de Presupuesto y Planificación Nacional para obtener más detalles sobre el préstamo. El director ejecutivo de Cowry Asset Management Limited, Johnson Chukwu, aseguró que «podría ser difícil para el Gobierno Federal recaudar fondos externamente. Por lo tanto, no podrá cumplir su compromiso financiero si no accede a nuevas fuentes de financiación. En este momento, el plan de endeudamiento externo del sector privado no puede materializarse debido a la actual pandemia mundial. Es un buen paso en la dirección correcta que el gobierno examine el mercado local para su necesidad de endeudamiento». Explicó que la decisión estimularía las actividades económicas y desencadenaría un mayor volumen de transacciones en el mercado local de bonos. Según él, «dado que está dirigido al desarrollo de infraestructura, tendrá un impacto catalítico en la economía. Cuando se complete la infraestructura, creará empleo y mejorará la productividad».

Por su parte, el Presidente de la Asociación de Casas de Stockbroking de Nigeria (ASHON), Patrick Ezeagu, aconsejó: «El gobierno debe hacerlo por el camino correcto. El fondo debe desplegarse en un proyecto específico, no en una cesta de proyectos, para que pueda ser monitoreado. También ayudará a evitar algunas fugas y apropiación indebida cuando se canalice en un proyecto de infraestructura en particular». Además, el gobierno alemán eximió ayer a Nigeria de los pagos de la deuda por valor de 22,4 millones de euros (8.900 millones de euros). También anunció una donación de 5,5 millones de euros (2.200 millones de euros) al Fondo Humanitario de Nigeria (NHF) para iniciativas de ayuda en los estados del noreste de Borno, Yobe y Adamawa. Al emitir este comunicado, el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, aseguró: «El tesoro alemán libera a Nigeria de los pagos de la deuda por un importe de 22,4 millones de euros. Esto se suma al apoyo de Alemania a la respuesta COVID-19 a nivel mundial y al apoyo proporcionado por la Unión Europea (UE) a los países socios de África por valor de 3.250 millones de euros.» Maas confirmó que el gobierno alemán había hecho campaña con éxito en el G20 y el Club de París a favor de una moratoria de la deuda para los países fuertemente afectados por el impacto económico del COVID-19.

Subrayando la necesidad de diversificar la economía, el Presidente de la Cámara de Representantes, Femi Gbajabiamila, aseguró que la pandemia del coronavirus exigía una reforma de las estructuras, sistemas y procesos rectores. Declaró que esto implicaba una reducción drástica del gasto y un esfuerzo para impulsar la diversidad económica y la innovación en el sector no petrolero. En el discurso que realizó ayer al comienzo de la sesión de emergencia sobre la pandemia, declaró: «Ya hemos comenzado a ver el efecto en millones de empleos perdidos, pérdida de ingresos y una productividad severamente disminuida. Nuestro país, que depende en gran medida de los ingresos del crudo, ha visto una caída de nuestros ingresos tan severa que corremos el riesgo de no cumplir incluso las obligaciones más básicas de la gobernanza. Debemos convertir este momento de crisis en una oportunidad para tomar las decisiones difíciles que hemos estado aplazando durante demasiado tiempo, pero ahora ya no podemos evitar si queremos sobrevivir como nación. Esta Cámara de Representantes está lista, y confío en que encontraremos aliados en el gobierno y en nuestro país que estén preparados para hacer los cambios necesarios para sobrevivir, recuperarse y prosperar». Asimismo, expresó la determinación de la Asamblea de codificar los Programas Nacionales de Inversión Social (NSIP) en un proyecto de ley y de aprobar el Proyecto de Ley de Estímulo Económico, para proporcionar ayuda a las personas y organizaciones corporativas del país.

Haciéndose eco de este discurso, Lawan también admitió que “la pandemia ha inquietado las economías, ha afectado la forma en que nos relacionamos entre sí y ha interrumpido los calendarios de actividades en diferentes sectores. Nuestras sesiones han sido interrumpidas, pero hemos sostenido nuestras intervenciones y colaboraciones con otras armas y organismos del gobierno en un intento concertado de mitigar el daño causado por la pandemia». Los periodistas que cubrían la Asamblea Nacional no pudieron acceder al complejo ayer, ya que fueron retenidos por los agentes de policía. Alegando que actuaban bajo órdenes, los oficiales amenazaron con usar la fuerza contra cualquier periodista que incumpliera.

Fuente: The Guardian Nigeria

[Traducción y edición, Patricia Fernández Blanco]

[Fundación Sur]

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