Las políticas del partido Congreso Nacional Africano, ANC, amenazan la constitución de Suráfrica y no debería darse al partido del gobierno una mayoría de dos tercios de los votos en las elecciones de la próxima semana, según ha declarado el ex presidente de Suráfrica, F. W. de Klerk.
“El ANC ha llevado a Suráfrica a un lamentable descenso en el ámbito del estado de derecho y existe un verdadero riesgo de que abuse de su poder”, declaró De Klerk. “Se ha presionado al poder judicial y es una gran inquietud que el próximo presidente de Suráfrica haya puesto en duda la supremacía del Tribunal Constitucional, a presionar al poder judicial”.
Hablando en calidad de jefe de la Fundación F.W. de Klerk, el antiguo presidente pidió a los electores que votaran por partidos que estén comprometidos con el mantenimiento de la constitución, y pidió a Zuma que respete su juramento de cargo, para respetar la constitución y todas las demás leyes.
De Klerk ha atribuido las desviaciones del ANC, del estado de derecho, a su ideología de revolución democrática nacional, que requiere que el partido en el poder establezca su hegemonía sobre todas las instituciones del Estado, así como a su política anticonstitucional de desarrollo de cuadros del partido para ocupar posiciones clave en los sectores de servicios públicos, para estatales y privado.
El ex presidente pidió a Zuma que termine con ambas, “La desviación del ANC del estado de derecho ha llevado a un chaparrón de problemas y retos que arrastrarán a los tribunales cada vez más al escenario político. Cualquiera de estos retos podría tener éxito, con un ligero potencial de desencadenar una crisis constitucional seria.
“Hay mucho en juego. La constitución es la fundación de nuestra unidad nacional. Es el seguro de nuestros derechos y libertades –sin ella descenderíamos a un atolladero de políticas de “gran Hombre” que han arruinado tantos otros países en África”, declaró de Klerk.
De Klerk afirmó que la decisión de la Fiscalía General Nacional de retirar los cargos contra Zuma, podría ser considerada por los futuros historiadores como el punto desde el que Suráfrica comenzó a alejarse del estado de derecho. Esto tiene que ser tenido en cuenta junto con la disolución de los Scorpions, [la unidad anticorrupción de policía que se encargaba de investigar el caso Zuma], el despido del antiguo director nacional de procesos públicos, NDPP, Vusi Pikoli, y la salida de la cárcel antes de tiempo del antiguo consejero financiero de Zuma, Schabir Skaik, condenado a una pena de cárcel por corrupción.
“El efecto acumulativo de estos acontecimientos ha sido un aumento de serias dudas en cuanto a la continuidad de la independencia de la autoridad fiscal y sobre la continuidad de la supremacía del estado de derecho. “Hay serias razones para preocuparse por que los políticos poderosos, y no la NSPP, en el futuro va a determinar en el futuro quién puede ser juzgado y quién no”, sentenció.
(Business Day, Suráfrica, 17-04-09)