El gobierno etíope impuso el estado de emergencia en medio de las protestas que se iniciaron en Oromia, la región más grande de Etiopía, y que se extendieron a diferentes partes del país. El pasado 10 de octubre fue declarado durante seis meses el estado de emergencia. Según los informes, han muerto al menos 500 personas durante los meses de protestas. Los manifestantes y activistas se habían basado en los medios de comunicación para intercambiar información, por ello, el uso de plataformas como Twitter y Facebook ha sido prohibido en virtud de las medidas de emergencia.
El periodismo es ya una de las profesiones más peligrosas en Etiopía; esto explica por qué un país de unos 100 millones de habitantes sólo tiene un diario estatal y algunas revistas de gestión privada que proporcionan solamente cobertura política limitada y autocensurada. TV y radio son propiedad del Estado, con la excepción de una emisora en la capital. Ethio Telecom, el único proveedor de Internet y de las telecomunicaciones de servicio, también es controlado por el gobierno. En los últimos años se ha incrementado la dependencia de los medios de comunicación social para obtener información imparcial y relativamente fiable.
Tras las recientes protestas contra el gobierno, las redes sociales se convirtieron en una fuente de información y foco de movilización, así como una plataforma ciudadana en la que expresar su ira y frustración por los numerosos homicidios y detenciones que creen que el gobierno ha llevado a cabo. El gobierno niega que sus fuerzas sean las responsables de las muertes.
El presidente de la Junta de Investigación, Tadesse Hordofa, ha declarado que las competencias y responsabilidades de la Junta son, entre otras, hacer público en el plazo de un mes los nombres de todas las personas detenidas a causa del estado de emergencia, junto con los motivos de su detención, inspección y seguimiento. También ha asegurado que ninguna medida tomada durante el estado de emergencia es inhumana.
Artículos originales de Soleyana S. Gebremichael para Pambazuka News y The Ethiopian Herald