Los soldados leales al presidente de Burkina Faso, Blaise Compaore, han acudido a la capital económica del país y han rodeado a los soldados amotinados en el cuartel militar, según han declarado los testigos.
Esta protesta de los militares es la última de una serie de disturbios que han afectado al normalmente plácido país productor de algodón, y oro, desde que Compaore renovó su mandato, después de 24 años en el poder, con un 80,15 % de los votos, el pasado mes de noviembre, en unas elecciones que la oposición tachó de no creíbles.
Los soldados del cuartel de Bobo Dioulasso han estado disparando al aire esporádicamente y arrasando y saqueando tiendas durante los últimos días, desencadenado más protestas por parte de cientos de comerciantes, enfadados por las acciones de los militares.
Al menos 15 personas han resultado heridas desde el último estallido de disturbios. Pobre y sin salida al mar, Burkina Faso ha vivido varios meses de protestas de los soldados, estudiantes, comerciantes y profesores, que se quejan del salario y las malas condiciones de vida.
Los vecinos de la ciudad Bobo Dioulasso, 350 kilómetros al suroeste de Uagadugú, se asustó cuando hubo varios disparos, pero cuando se dieron cuenta de que eran soldados venidos de fuera, algunos aplaudieron.
Algunos testigos cuentan que los militares llegados de fuera, tras rodear el cuartel, han empezado a arrestar a los soldados amotinados.
El día 2 de junio por la noche se implantó un toque de queda nocturno. Los soldados, inicialmente protestaban para demandar que les pagaran los atrasos, pero los testigos afirman que han estado saqueando los mercados de alimentos y todo tipo de tiendas en el distrito comercial y el mercado central.
En represalia, los comerciantes, el día 2 de junio, atacaron la oficina del alcalde, la oficina del consumidor y las oficinas locales de las compañías nacionales de electricidad y lotería.
Esta serie de protestas son consideradas por los analistas como un grave reto al gobierno de Compaore, pero los grupos que están detrás de las protestas todavía no han formado un movimiento nacional coherente que pueda derrocarle del poder.
(News 24, 03-06-11)