El sábado 24 de marzo de 2012, la población de Kiramba, al sur del territorio de Lubero, en el este de la República Democrática del Congo, se despertó para constatar un ejército encolerizado debido a la muerte de uno de los suyos, el militar Jean de Dieu, asesinado por desconocidos el día 22 de marzo.
El soldado Jean de Dieu, de las FARDC, estaba armado e iba vestido de uniforme militar. Era conocido por la población por sus actos de vandalismo en el camino hacia Kitobindo, donde a menudo esperaba a que pasaran los campesinos para robarles su comida, o dinero o lo que tuvieran.
Los agricultores de la zona ya habían denunciado en repetidas ocasiones los actos del militar Jean de Dieu sin que se emprendiese ninguna acción disciplinaria por parte de sus responsables. Las víctimas de esta impunidad de Jean de Dieu son sospechosas de haber sido autores de su lapidación, el día 22 de marzo. Su cuerpo, que había sido arrojado a la selva, fue encontrado por sus compañeros militares, 24 horas después de haber sido dilapidado.
La reacción de los militares tras el descubrimiento de su camarada muerto ha sido enérgica. Los militares de Kirumba han hecho una expedición punitiva a través de la ciudad de Kirumba, disparando a los civiles, que huían en todas direcciones para esconderse. Los que cayeron en sus manos, tuvieron que darles todo lo que tenían, a cambio de su vida. Los supervivientes hablan de una escena de guerra de militares contra la población. Como siempre, el ejército desplegado en Beni Luberi, puso en marcha un castigo colectivo. Todos los habitantes de Kirumba han sido castigados por el delito que cometieron algunos de ellos. Este tipo de comportamiento es propio de los rebeldes, pero no de un ejército nacional, en un estado que se dice de derecho.
Esta operación de represalia ha dado como resultado, muchos heridos graves de bala y una muerta, Denise Kalivanda, de 36 años, conocida en Kirumba como Mama Shukuru, madre de 4 hijos. La víctima tenía una tienda llamada Selemani Celular. Las Fuerzas Armadas de la RDC, FARDC, en cólera irrumpieron en su tienda a las 7 de la mañana. La señora Kalivanda acababa de abrir. Ella fue la primera en abrir para el gran mercado del sábado. Sin previo aviso, los militares entraron disparando para saquear su tienda.
Entre los heridos graves que se debaten entre la vida y la muerte, se puede citar a Kakule Muyisa, de 14 años, y a Kakule Katchelewa, de 19 años, los dos alumnos de secundaria de Kirumba, además de otro escolar de 8 años, y un ciudadano de Kirumba llamado Kitere.
Tras el asesinato de la señora Kalivanda, la población se echó a la calle para protestar con sus manos desnudas contra los militares, fuertemente armados, que dispararon munición real contra los civiles. Hasta las 14 horas Kirumba fue un auténtico campo de batalla, con los militares por todas las calles entrando a saquear las tiendas y los civiles encerrados en sus casas, intentando esconderse.
Todavía se desconoce el balance total de la represión del sábado 24 de marzo en la ciudad, ya que sólo hemos podido conocer lo que pasó en el barrio de Mbogho, donde la víctima mortal tenía la tienda.
Correspondencia particular desde Kirumba.
(Beni Lubero, RDC, 26-03-12)