Las instalaciones del gobierno de Estados Unidos en Suráfrica permanecen cerradas por segundo día consecutivo, el día 23, después de que el Departamento de Estado dijese que había recibido una amenaza “creíble” contra la embajada.
La embajada de EEUU en Pretoria y los consulados en Johannesburgo, Ciudad de Cabo y Durban, así como las oficinas de Ayuda y Desarrollo han estado cerrados desde el día 22, debido a la amenaza que ni la embajada ni los oficiales surafricanos han querido desvelar.
Las instalaciones de EEUU permanecerán cerradas al menos hasta el día 25, viernes, debido a que el día 24 es fiesta nacional.
En un comunicado de prensa remitido desde Washington, el portavoz del Departamento de Estado, Ian Kelly asegura que el cierre es una medida de precaución. “La embajada recibió información sobre una posible amenaza contra la embajada, así que como precaución el Departamento de Estado decidió cerrar todos los edificios de su gobierno en Suráfrica”.
Vigilantes
“Hemos notificado a la comunidad norteamericana en Suráfrica que permanezcan vigilantes cuando estén en las inmediaciones de cualquier instalación del gobierno de EEUU”, añade el comunicado.
“La embajada volverá a abrir tan pronto como hayamos completado nuestra evaluación del estado de la seguridad”.
Kelly no quiso hacer comentarios sobre cuál era la amenaza específicamente, pero aseguró que los funcionarios estadounidenses están en estrecho contacto con las autoridades surafricanas sobre el asunto.
El cierre ha hecho resaltar las preocupaciones más amplias sobre la seguridad en Suráfrica, de cara al Mundial de Fútbol de 2010, que tendrá lugar dentro de menos de nueve meses.
Bajo Control
El jefe de la policía nacional, Bheki Cele, declaró que la situación está bajo control.
El 7 de agosto de 1998, varios suicidas hicieron estallar sus cargas de bombas en las embajadas de Estados Unidos de Kenia y de Tanzania, provocando uno de los más devastadores ataques perpetrador por Al Qaeda, hasta los de septiembre de 2001.
En Kenia, murieron en total 213 personas, entre los que había 12 americanos y 34 miembros del personal local de la embajada y en el de Tanzania murieron otras 11 personas.
Estos ataques suscitaron un enorme esfuerzo para mejorar la seguridad de las embajadas de EEUU en todo el mundo, y particularmente en África.
(News24, Suráfrica, 23-09-09)