Cuatro Pequeñas islas en el Canal de Mozambique (isla Europa, Bassas da India, Juan de Nova y las islas Gloriosas) son motivo de disputa entre Francia y Madagascar desde hace 40 años.
Esta disputa tuvo su origen en junio de 1960 cuando se proclamó la independencia de Madagascar pero las 4 islas, habitadas por científicos y militares, continuaron siendo oficialmente francesas, perteneciendo a las Tierras Australes y Antárticas francesas a pesar de las reclamaciones de Madagascar.
Las cuestiones para la disputa por su soberanía son tanto estratégicas como económicas y ambientales sin olvidar que el canal de Mozambique podría contener grandes depósitos de hidrocarburos.
El Presidente Ratsiraka volvió a reclamar la soberanía en la década de los 70. Unos años más tarde, en 1979, una resolución de la Naciones Unidas invitar a Francia a devolver las islas a Madagascar. Esta invitación fue completamente ignorada por Francia.
El problema de estas islas malgaches sigue estando en el orden del día de la sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas cada año, pero, también cada año, se deja para el siguiente. ¿Por qué razón? Según un diplomático malgache, “existe un acuerdo tácito entre los gobiernos de Madagascar y Francia”.
Durante los últimos años este debate ha permanecido en un cajón pero ahora ha vuelto a salir a la luz y Madagascar, a través de sus diplomáticos, científicos y profesores universitarios, reclama de nuevos la soberanía de “sus islas”. Actualmente este tema ha llegado a enturbiar las relaciones entre los dos países.
El actual presidente de Madagascar, Hery Rajaonarimampianina, ha sido interrogado, últimamente, varias veces sobre este espinoso tema, a lo que ha contestado que estaban considerando una gestión conjunta de las islas. Sin embargo, no se ha iniciado todavía ninguna negociación con el país galo.
Fundación Sur