El enviado especial de las Naciones Unidas para Somalia ha declarado que las persistentes disputas están “paralizando” el gobierno del país, y ha hecho un llamamiento a la unidad, un día después de que dimitiera el primer ministro, Omar Abdirashid Sharmarke.
Sharmarke abandonó su cargo el día 21 de septiembre, después de una amarga disputa con el presidente, Sharif Sheikh Ahmed, que provocó que el enviado de la ONU, los representantes de la Unión Africana y del bloque sub regional, hicieran llamamientos al consenso.
El diplomático, Augustine Mahiga, ha declarado que la salida de Sharmarke “es una manifestación más de las graves disputas” que han hecho tambalearse las instituciones del país del cuerno de África. “La comunidad internacional y el pueblo somalí miran a sus políticos en busca de unidad, no de crisis políticas recurrentes y no debería haber excusas para paralizar el proceso de paz en Somalia. “Los líderes somalíes deberían permanecer unidos y centrarse en su trabajo”, señaló Mahiga y expresó su esperanza en que “las frágiles instituciones, sobre las que se asienta el Gobierno Federal de Transición, terminen con las divisiones internas, que han estancado su capacidad para llevar a cabo partes esenciales de su trabajo”.
La dimisión de Shar,erke tiene lugar tras semanas de intensos ataques por parte de los rebeldes de la línea más dura, Al Shabaab, que pretenden derrocar al gobierno, que pende de un hilo salvavidas, protegido por una fuerza de 7.200 soldados de la misión de la Unión Africana en Mogadiscio.
Sharif culpaba al primer ministro y a su gobierno de no haber sido capaz de acabar de raíz con Al Shabaab, mientras que la milicia, que controla la mayor parte del país, estrechaba su cerco sobre la central de la administración, en Mogadiscio.
Los dos líderes se han enfrentado también por la nueva constitución, que reemplazará a la Carta Provisional, cuando termine el mandato del Gobierno Federal de Transición el próximo año.
Al parecer, Sharif quería que la constitución se sometiese a referéndum popular, pero Sharmarke consideraba que la situación de la seguridad en el país, no haría creíble un referéndum y que el documento debería ser inspeccionado por el Parlamento.
El primer ministro declaró a la prensa que dimitía porque era “incapaz de trabajar con el presidente”.
(News 24, 22-09-10)