Una presa ubicada en la parte superior de las laderas del pueblo Kijabe, en Kenia, se desbordó el pasado lunes 29 de abril por la madrugada, provocando inundaciones repentinas que destruyeron cientos de hogares en el área de Mai Mahiu, en Naivasha. Se ha confirmado la muerte de 45 personas, 17 de ellas niños, aunque el número puede aumentar a medida que continúan las operaciones de búsqueda y rescate. Cientos de víctimas rescatadas continúan recibiendo atención médica en los centros de salud de la zona, con consejeros gubernamentales, eclesiásticos y privados desplegados para ofrecer apoyo psicosocial a los familiares afectados. Susan Kihika, la gobernadora del condado de Najuru, donde sucedió el accidente, informó que aún no se ha establecido el impacto total del accidente.
Kihika declaró que pese a las operaciones de búsqueda y rescate que se han llevado a cabo, con la participación del gobierno nacional y la Cruz Roja de Kenia, todavía se reportan las desapariciones de decenas de residentes. Se ha solicitado a la ciudadanía que informen a las autoridades sobre los familiares desaparecidos para que las agencias puedan establecer el número exacto de víctimas y afectados. Las autoridades han pedido a los ciudadanos de las áreas afectadas que cumplan y sigan las advertencias del gobierno emitidas para trasladarse a zonas más altas con el fin de evitar cualquier la pérdida de más vidas.
Este accidente se ha producido después de las fuertes lluvias que han afectado la zona y que llenaron las represas hidroeléctricas al máximo de su capacidad. Contando las víctimas de este accidente el número de muertos por inundaciones se eleva a más de 120. En las últimas semanas, las fuertes lluvias han azotado el este de África a medida que el el cambio climático exacerba las precipitaciones estacionales, provocando fenómenos meteorológicos extremos más intensos y frecuentes.
Autor: Erastus Gichohi
Fuentes: KenyaNews – Al Jazeera
[Traducción y edición, Micaela Llona Bavestrello]
[CIDAF-UCM]
