El ejército de Etiopía ha puesto en marcha una nueva oleada genocida en Ogadén. El 12 de febrero de 2012, el ejército de Etiopía en Ogaden abrió fuego sobre la asamblea local que había sido convocada por los Ancianos en el distrito de Gunagado, en la región de Degahbur [dentro de Ogaden, el este de Etiopía]. Mataron en el momento a 16 civiles, incluidos los sabios o ancianos, el imán de la ciudad y mujeres y niños. Además, el ejército hirió de gravedad a más de 20 personas.
La gente de la ciudad discutía sobre cómo presentar una queja a los altos mandos del ejército de Etiopía, en la zona, por el asesinato de un anciano sabio y el comisario del distrito de la ciudad, la noche antes, por parte del ejército etíope. Además, las tropas detuvieron a más de un centenar de personas de la ciudad y los llevaron a un destino desconocido. Esto ha sido en otras ocasiones la práctica del ejército etíope en Ogaden: llevarse a los civiles a otras zonas, y matarlos. El ejército además ha cortado todas las comunicaciones con la zona.
Este programa está creando terror entre los pueblos de Ogaden, que están desalojando los pueblos y ciudades pequeñas de alrededor de las grandes ciudades.
El ONLF [Frente Nacional para la Liberación de Ogaden] pide a la comunidad internacional que condene el régimen etíope por sus actos atroces y lo presione para que detenga este tipo de actos cometidos con total impunidad.
Cuando la atención de la comunidad internacional se centra ahora en el Cuerno de África, específicamente en la catástrofe humanitaria, es la hora de abordar también la calamidad de los derechos humanos en la región de Ogaden.
(Ogaden Online, Etiopía, 17-02-12)