El Dr. Denis Mukwege, Director Médico del Hospital Panzi en Kivu del Sur (República democrática del Congo), especializado en tratar a mujeres sobrevivientes de actos de violencia sexual, entra de nuevo en la carrera por el Premio Nobel de la Paz 2015.
Este prestigioso premio, que se concede cada año en la capital noruega, reconoce a personalidades que se han distinguido por sus compromisos y acciones específicas por el cambio de la humanidad.
Este médico figura entre los pocos africanos elegidos de entre más de 200 personalidades y organizaciones de todo el mundo. Los pre-nominados a esta distinción mundial establecida en 1901, se dio a conocer en Oslo.
Cinco africanos en la nominación
En la carrera por el premio, se encuentran, entre los posibles ganadores, cinco africanos, dos tunecinos, un ugandés, un eritreo y un congoleño: el Dr. Mukwege.
Entre otras personalidades podemos citar la pareja que forman Moncef Marzouki y Beji Caid Essebsi, el antiguo y el actual presidente de Túnez; Don MussieZerai, un sacerdote católico de origen eritreo, que ayuda a los inmigrantes en Lampedusa, también una comadrona ugandesa llamada Esther Madudu y el médico congoleño, que no necesita presentación, Denis Mukwege, que ha tratado a casi 40.000 mujeres víctimas de violaciones en el este de la RDC.
La figura de Denis Mukwege, es ahora muy conocida en los foros internacionales, incluidas las Naciones Unidas, el Consejo de Europa, embajadas, fundaciones y organizaciones no gubernamentales desde las que testimonia incansablemente su experiencia como médico en el hospital ginecológico de Panzi en Bukavu.
Cada vez que se le ofrece la oportunidad, el médico no deja de llamar la atención a los líderes mundiales y agitar conciencias para expresar su consternación por la indiferencia o inacción de la comunidad internacional para detener las atrocidades como las que se producen en Kivu.
Hoy, catorce años después de la apertura del hospital Panzi, el Dr. Mukwege, muy reservado, no le gusta hablar de esta contabilidad morbosa y degradante para la especie humana, cuántas víctimas, mujeres y niñas, violadas, han perdido toda dignidad.
En la lista de esta distinción internacional, Denis Mukwege que recientemente había sido coronado en 2014 con el premio Sájarov del Parlamento Europeo a la libertad de expresión se encuentra tras los pasos de sus ilustres predecesores, entre ellos Nelson Mandela.
Esta es una oportunidad para el pueblo congoleño y en particular para la sociedad civil para acompañar, a este digno hijo del país para que el premio vaya a la República Democrática del Congo. La concesión de este premio sería un orgullo para un país devastado por tantas atrocidades.
[Fuente: Le Phare-Fundación Sur]