El rey más joven del mundo ha tomado su cargo con un aparente aire de reluctancia el día 18 de abril, en una pequeña ciudad de las montañas de Rwenzori, en Uganda.
Oyo Nyimba Kabamba Iguru Rukidi IV, de 18 años de edad, fue coronado como jefe del reinado de Toro, en una ceremonia tradicional, en su palacio, en lo alto de la colina, desde el que se puede observar la capital de la región, Fort Portal.
Envuelto en un largo vestido bordado en azul y en oro, el alto y delgado Oyo apenas sonrió durante prácticamente toda la ceremonia, la mayor parte de la cual estuvo mirando fijamente al suelo.
Su autoridad simbólica cubre el área conocida como las montañas de la Luna, a caballo entre Uganda y la República Democrática del Congo, en la zona fronteriza.
El joven rey sucedió oficialmente en el trono a la edad de tres años a su padre, cuando este murió de un ataque al corazón, en 1995, pero la coronación sólo puede tener lugar cuando se llega a la edad adulta.
Sus expectantes súbditos luchan por expresar lo que esperan de su nuevo monarca. “Hubo un tiempo en que el rey tenía poder administrativo, por encima de los jefes locales. Este lugar estaba muy bien organizado”, señala John Mugisha, un miembro del clan butooro.
Mugisha, un músico que toca el clarinete en la banda de la policía que actuó en la coronación, dice que lamenta el declive de la monarquía histórica, bajo los gobiernos coloniales y de después de la independencia. A pesar de eso, no está convencido del todo de querer que se restituyan al monarca los privilegios de antaño.
(Africa News, 19-04-10)