En el Día Internacional de la Paz, celebrado el 21 de septiembre, La Croix Africa preguntó a los benineses sobre la contribución de las religiones a la paz en el país.

«Uno se pregunta cómo logra Benín seguir siendo un remanso de paz y tolerancia religiosa en un entorno en el que, sin embargo, están aumentando varios fundamentalismos«, comentó con orgullo el profesor Dodji Amouzouvi, sociólogo, especialista en cuestiones religiosas. Lo refuerza el embajador Théodore Loko, exembajador de Benín ante la Santa Sede, quien considera que “en Benín, cristianos, musulmanes y practicantes de cultos tradicionales conviven a diario en cierta armonía, con sus familias, en mercados, administraciones, empresas, universidades y colegios”.

Según el profesor Jérôme Alladayè, historiador de las religiones, “en las últimas décadas, e incluso retrocediendo en el tiempo hasta la independencia en 1960, las relaciones entre las religiones en Benín han sido relativamente pacíficas, mucho más que en otros países de la subregión”. El aporte de las religiones también se ha manifestado en diversas situaciones históricas del país, entre ellas la Conferencia Nacional de 1990, presidida con éxito por el obispo Isidore de Souza, o en diversas contingencias políticas donde se busca su mediación. Sin embargo, no todo pinta bien en esta área.

Foco en los enfrentamientos del 8 de enero de 2017

El 8 de enero de 2017, ocurrió un incidente mortal que enfrentó a los seguidores de «Perfecto, el Dios de Banamè» contra los creyentes de las religiones tradicionales de la ciudad real de Abomey. El tema también era, en ese momento, objeto de una pregunta oral en la Asamblea Nacional del diputado Louis Vlavonou. Tres años después, confluyen los análisis de este incidente representativo de esporádicos enfrentamientos interreligiosos en el país.

Para el doctor Léopold Djogbede, responsable de Sant’Egidio Benín, una comunidad que trabaja en el diálogo interreligioso, “los enfrentamientos del 8 de enero de 2017 muestran cómo la convivencia nunca es un logro definitivo y que es necesario Construir continuamente puentes y no muros”, afirmando también que en Benín no existe una conciencia real de la urgente necesidad de construir la paz a diario. Ferol Gbénou, un joven católico, añade: “Este incidente que causó importantes daños materiales nos recuerda que el sujeto religioso puede, en cualquier momento, engendrar más que choques de ideas, lo que exige un sentido de contención y moderación en palabras y acciones por parte de cada ciudadano«.

Analizando los enfrentamientos de enero de 2017, el profesor Alladayè afirma que en Benín, «las religiones tradicionales están abiertas, acogiendo otras religiones. Lo que no admiten es que otras religiones desarrollen actitudes de provocación y profanación del culto Vodun«. Explica que «así sucedió con muchos conflictos del siglo XIX debido a los actos de triunfalismo de algunos misioneros católicos, afortunadamente atemperados por la orientación pastoral más mesurada de los religiosos François Steinmetz y Francis Aupiais que permitió una calma de las relaciones entre los seguidores de Vodun y la Iglesia desde el siglo XX«.

Sin embargo, el fenómeno está resurgiendo hoy. «Bajo la presión de sectas evangélicas imitadas por ciertos grupos católicos, notamos un resurgimiento de estos incidentes«, lamenta el académico, confirmado por el profesor Amouzouvi, quien cree que las religiones tradicionales son víctimas de una injusta demonización imperialista. El profesor Charles Babadjidé, sociólogo, por su parte aboga por el respeto mutuo entre religiones. Según él, «si no hay respeto entre las religiones, las colisiones interreligiosas no pueden detenerse«. Pero, para respetarte a ti mismo, tienes que conocerte a ti mismo.

Pasar de la convivencia pacífica al diálogo efectivo

“Necesitamos un co-conocimiento; cada religión debe acudir a la otra para conocerla más, descubrir su doctrina, sus prácticas y convivir sería mejor”, recomienda el profesor Amouzouvi. “Necesitamos dar el paso del diálogo y ver juntos los puntos de convergencia, ver, por ejemplo, las instrucciones de la Iglesia y las del Islam que convergen. De lo contrario, los informes seguirán centrados en los prejuicios mutuos que favorecen los conflictos”, estima Souly Kifoulih Bakary, musulmán. El profesor Amouzouvi, por su parte, aboga por acciones concretas en esta dirección a nivel del Marco de consulta de las confesiones religiosas de Benín, institución que existe desde 2007.

Juste Hlannon

Fuente: La Croix Africa

[Fundación Sur]

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