Mientras se esperaba la llegada a Kenia del Secretario General de la ONU, Kofi Annan, encargado de mediar en la crisis keniata, continúan los enfrentamientos entre los partidarios del líder de la oposición, Raila Odinga, y la policía. En las últimas horas han muerto al menos 6 personas en Rift Valley, al Oeste del país. En Nairobi las fuerzas del orden dispersaron con gas lacrimógeno una manifestación promovida por los partidarios del Presidente Mwai Kibaki, quien ha prohibido cualquier tipo de manifestación en las calles, incluidas las de sus propios partidarios.
Además de Annan, también el presidente de Uganda Yoweri Museveni es esperado en Kenya, con el objeto de intentar una mediación. Uganda acoge a miles de prófugos keniatas que huyeron de la violencia de los días pasados y que se ve afectada por el bloqueo del comercio que pasa a través del puerto keniata de Mombasa.
También la Unión Africana intervino nuevamente en la crisis keniata, después del primer intento de mediación de su actual Presidente, el Jefe de Estado de Ghana, John Kufuor. El Consejo por la paz y la seguridad de la Unión Africana ha expresado su condena por la violación de los derechos fundamentales del hombre, perpetrada en estas últimas semanas en Kenia y ha solicitado una investigación profunda al respecto.
Las violencias han provocado 700 víctimas y cerca de 250 mil desplazados. Según Caritas de Kenia son 19 las áreas en que la población ha sido obligada a abandonar sus hogares. La mayor parte de los desocupados son acogidos en iglesias, escuelas, estaciones de policía y centros comerciales.
Caritas de Kenya, en colaboración con aliados locales e internacionales, ha puesto en acción un operativo de evaluación de la situación, con el fin de poner a punto un plan de ayuda para los desplazados en todo el territorio nacional.
(Agencia Fides, 22-01-08)