Los combates en la zona continúan y han provocado el desplazamiento de al menos 60.000 personas desde que se iniciaron hace dos semanas, según las Naciones Unidas.
Crece el temor a una vuelta del país entero a la guerra, a solo unas semanas de la declaración de Independencia del Sur Sudán.
La inseguridad en kadugli (capital del Kurdufan, Sudán), donde numerosos testigos hablan de ejecuciones sumarias, impide según las Organizaciones Humanitarias su trabajo en la región. Intentan ‘recolocar’ a sus representantes en otros lugares y ven como se bloquean sus canales de abastecimiento para la ayuda humanitaria.
“La inseguridad y las restricciones del Gobierno al movimiento de los agentes humanitarios están impidiendo el acceso de estos a los civiles desplazados dentro y fuera de Kadugli y en las demás áreas”, revela el último informe de Naciones Unidas sobre la región.
Como ejemplo, unas 800 personas, de origen Nuba, en su mayoría mujeres y niños, se han refugiado en la estación de autobuses del El Obeid (Abyei), se teme por su seguridad y carecen de ayuda básica.
El equipo formado por Representantes de todas las Organizaciones Humanitarias acaba de hacer un llamamiento para que se establezcan corredores humanitarios que permitan el acceso a la Ayuda y la salida de la población que intenta huir de la violencia.
La situación sanitaria podría estar deteriorándose rápidamente, según el informe, pese a la presencia de alguna ONG sanitaria con unos pocos centros de Salud en torno a Heiban.
Unas 26.000 personas refugiadas en Kadugli, Kauda, Talodi, Heiban, Um Durein y Al Rashad habrían podido acceder al menos a una primera distribución de comida por parte del Programa Mundial de Alimentación (WFP), según informa el documento.
(Sudan Tribune, 16-06-11)
Traducción de Santiago Izco Esteban.